Turistas energéticos, lo último en el sector de los viajes en Europa
Son ciudadanos de países del norte del continente que eligen mudarse temporalmente al Mediterráneo para escapar de los altos precios de la energía previstos para este invierno 2022/2023.
Es el efecto colateral menos pensado de la guerra de Ucrania: el incremento de los precios de la energía, y especialmente del gas, provocó un movimiento masivo de “nómadas digitales” -transformados en “nómadas energéticos”- hacia países del sur de Europa y principalmente hacia España.
El país ibérico espera recibir a muchos visitantes durante la temporada de invierno, desde los Países Bajos, Bélgica, Escandinavia, Alemania, Francia y el Reino Unido. Muchas personas que pueden trabajar a la distancia piensan que un alquiler temporario les costará menos que la factura de luz y gas que tendrían que abonar al quedarse en su casa.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, hasta hizo un llamado en este sentido, desde el pabellón de su región en la World Travel Market de Londres 2022, para invitar a todos los “nómadas energéticos”. Otras regiones españolas que empiezan a vivir una temporada atípica con muchas más llegadas que de costumbre en esta época del año son las islas Baleares y Canarias, la Costa del Sol y la región de Alicante.
España no es el único país que cuenta con esta afluencia. También se alistan Grecia y el pequeño Montenegro, que acaba de crear una comisión gubernamental (integrada por el Ministerio de Desarrollo Económico y de Turismo y la Asociación de Turismo y Hospitalidad) cuya tarea es preparar normativas y paquetes de incentivos para estadías de larga duración durante la baja temporada invernal.
Los destinos de este nuevo “turismo energético” suelen ser más baratos en todos los aspectos y no solo para sus facturas de luz o gas. Es especialmente cierto en el caso de Montenegro, donde el costo de vida es significativamente atractivo para naciones con elevados ingresos como Finlandia, Noruega, los Países Bajos, etc. Un reportaje presentado recientemente en la televisión neerlandesa consolidó aún más esta tendencia. Un reportero demostró que una familia tendrá que pagar facturas de energía por un promedio de 680 euros mensuales este invierno en su país, y que puede conseguir un departamento por 500 euros en Alicante durante el invierno. Se suman boletas de servicios más abordables y pasajes de avión en torno a los 180 euros, ida y vuelta. Una importante cadena de radio alemana informó a sus oyentes que con lo que pagan por un mes para calentar sus viviendas, sus oyentes podrían irse y vivir por igual tiempo y precio en España. Hasta la emisora Euronews se sumó a la movida e informó sobre este movimiento.
Las agencias, por el momento, no quieren hablar de una verdadera tendencia; pero los dueños de departamentos en ciertas regiones costeras de España confirmaron que reciben una inusual cantidad de consultas para alquileres de largo plazo. Lo mismo afirmaron a la prensa británica varios voceros de cadenas hoteleras de las costas españolas Blanca, Brava y del Sol o de Grecia. El Presidente de la Federación Española de Apartamentos Turísticos, Miguel Angel Sotillos, lo resumió todo al declarar que “la gente se está dando cuenta de que es más barato venir a España que poner la calefacción en sus casas”.
