Lisha Duarte se despide de SeaWorld
La directora de Ventas Globales de SeaWorld Parks & Entertainment se retira luego de 38 años en la compañía e inicia una nueva etapa en su vida personal y laboral.
Lisha Duarte fue una de las primeras en creer en el potencial del mercado latinoamericano y ha sido una protagonista clave en lograr su crecimiento hasta convertirlo en uno de los principales para SeaWorld y Orlando. Su historia con SeaWorld Parks & Entertainment empezó en 1985, antes de que existieran los correos electrónicos, cuando los contratos se hacían a mano y la forma más rápida de comunicación era el fax. En ese entonces, Orlando no recibía vuelos internacionales, Universal todavía no había abierto sus puertas y en los parques temáticos solo se hablaba inglés. El mercado latinoamericano parecía un universo distante que poco podía aportar al destino más allá de unos pocos grupos provenientes de Brasil y la Argentina. Sin embargo, Lisha Duarte -entonces ubicada en la oficina de Miami-, decidió apostar por América Latina como un mercado potencial para los parques.
“Con el pasar del tiempo, me ofrecieron trabajar en esa área y yo estaba muy segura de que América Latina prometía ser un buen mercado: SeaWorld y Orlando, que no conocían nada de lo que podía ofrecer, dudaron de su relevancia. Con mucha insistencia logré que creyeran en que íbamos a poder traer más visitantes y fuimos invirtiendo más, aprendiendo cómo trabajar en el mercado y generar nuevas alianzas. Era todo muy rústico, pero con los años fuimos progresando y expandiendo nuestro alcance”.
En compañía de las oficinas de turismo de Orlando y Florida, y la de otros parques temáticos, Lisha Duarte trabajó con creatividad, profesionalismo y mucha calidad humana para desarrollar una estructura de marketing y ventas en América Latina.
En 1987 asumió la gerencia de ventas para América Latina y a partir de allí, el camino solo fue de crecimiento. “Se tuvieron que pasar por muchos obstáculos, y el primero era entrenar a la gente en lo que era el mercado y cómo adaptarse a maneras diferentes de trabajar. Tuvimos que sobreponernos al 11S, a la pandemia y a los altibajos de la región, que son momentos que estremecen. Pero nunca abandonamos el mercado y sobrellevamos cada obstáculo”.
Lisha agrega que “el hecho de cumplir ahí 38 años dice la pasión que tengo por este trabajo y agradezco al mercado de América Latina por estos años de carrera. 38 años atrás nadie conocía ni creía en el mercado, y cuando alguien apostaba se desanimaba cuando veían llegar esos bajos. Pensaban que se acababa el mundo. Pero se dieron cuenta de que valía la pena apostar por ese mercado. Ese es mi legado. El trabajar con tanta pasión por este mercado que desarrollamos desde cero”.
La ejecutiva recibió un mercado incipiente y lo convirtió en uno de los más importantes para SeaWorld Parks & Entertainment. Su compromiso y pasión por su trabajo la llevaron hacia varios países europeos y hasta China, alcanzando el puesto de directora de Ventas Globales. Al mismo tiempo, la empresa creció y pasó de tener un parque con espectáculos y actividades tradicionales a una red de una decena de sitios en todo el mundo. Lisha Duarte ayudó a cimentar el camino para crear a uno de los destinos turísticos más relevantes del mundo.
“Solo tengo agradecimiento para todos los aliados que hice en estos años. Me voy con satisfacción porque logré mis metas, alcancé todo lo que quería en América Latina y en todos los cargos que tuve. Dejo un equipo excelente de profesionales excelente que continuarán sirviendo este mercado”, comenta.
Luego de jubilarse oficialmente, el 7 de julio pasado, afirma que “buscará desacelerar el ritmo, disfrutar de otros momentos de la vida y compartir con la familia”. Sin embargo, no es un adiós. Aunque se haya retirado de SeaWorld, volverá al ruedo dentro de unos meses para aprovechar sus destrezas en el mercado, desde otro enfoque y con un ritmo más suave. Por esta razón, su mensaje final para la industria turística es el siguiente: “una de las mayores satisfacciones que me quedan son todas las personas que conocí a lo largo de estos 38 años. Conocí gente maravillosa, que me permitieron alcanzar importantes hitos y desarrollé relaciones de amistad con muchos de ellos. Esto no es un adiós, es un hasta luego”.