El INDEC alerta sobre una baja en la frecuentación hotelera

El organismo publicó sus cifras para el mes de julio. Con un total de 4,2 millones de “pernoctaciones en establecimientos hoteleros y parahoteleros” en el país, la contracción interanual fue de 13,4 % para los turistas residentes.

Lo habíamos detallado en una noticia publicada la semana pasada. El turismo interno se fue contrayendo durante la temporada alta de invierno y al mismo tiempo el emisivo internacional sumó un mes más de crecimiento ininterrumpido desde principios de este año. Los últimos datos publicados para el mes de julio por el INDEC confirman este análisis. El informe presentado el 20 de este mes precisa: “En julio de 2024, se estimaron 4,2 millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros y parahoteleros. Esto implicó una disminución de 12,5% respecto al mismo mes del año anterior. Las pernoctaciones de viajeros residentes y las de no residentes registraron una baja de 13,4% y 8,9%, respectivamente”. 

Esta baja no fue pareja en todo el país, aunque la casi totalidad de los destinos recibieron menos turistas que hace un año. El INDEC registró un total de 1.666.327 viajeros para julio de 2024 (-11,7 % en relación con el año pasado): 1.343.040 residentes (-11,8 %) y 323.287 no residentes (-11 %).  Aunque haya recibido la mayor cantidad de visitantes, 350.037 personas, la Ciudad de Buenos Aires protagonizó una de las principales caídas interanuales (-14,3 %). Al contrario, la Provincia de Buenos Aires recibió menos un tercio de esta cantidad, pero sufrió una contracción más acotada: 106.839, -9,2 %. 

La localidad del interior más visitada en julio fue nuevamente Bariloche, con 81.277 turistas. Tuvo una tasa de ocupación hotelera del 70 %, lejos de la plena ocupación registrada en otros años. Ese índice bajó un promedio de 12,5 % a nivel país. Algunos medios no dudaron en tildar esta caída del turismo interno como “peor que los récords de pandemia” (!). 

Estas cifras decepcionantes se explican fácilmente por varios motivos, como el fin de los subsidios para turistas residentes y no residentes, la apreciación cambiaria, la falta persistente de infraestructuras o el déficit crónico de conectividad que subsiste en el país. También se le suman otros factores, como el acceso más libre a las divisas, la recomposición de la conectividad internacional y precios más competitivos en destinos del exterior (como Brasil y el Caribe). 

Este panorama no deja esperar además mejoras inmediatas. Al contrario, el actual conflicto de los gremios aeronáuticos trae una incertidumbre aun mayor, especialmente para el próximo fin de semana largo (que suele ser uno de los más activos para el turismo interno, cada año). La Cámara Argentina de Turismo advierte de “pérdidas económicas incalculables” sobre la base de los paros ya efectuados y otros que podrían sumarse en las próximas semanas. Los dirigentes de la CAT difundieron un comunicado en el cual afirman: “Estas intempestivas e irresponsables medidas ya produjeron cuantiosas cancelaciones, demoras y afectaciones directas a los planes de viaje de miles de pasajeros. Situaciones de estas características determinan un gran perjuicio, tanto a los usuarios, como a la cadena de prestadores de servicios que se ven imposibilitados de llevar adelante las actividades programadas. Un viaje no realizado no implica solamente vacaciones frustradas, también es dejar sin llegar a destino pasajeros que viajan por tratamientos médicos, por trabajo, por encuentros familiares y por urgencias que muchas veces no permiten dilaciones”.