Airbnb acusa a los hoteles…
…de ser los principales responsables del turismo masivo en Europa. En medio del debate sobre el impacto del turismo excesivo, la plataforma de alquileres temporarios publicó un informe en el que señala que los hoteles concentran la mayoría de las pernoctaciones en la Unión Europea y pide que se endurezcan las regulaciones también para ese sector.
Airbnb redobló su ofensiva en el debate sobre el sobreturismo en Europa. En un contexto de crecientes restricciones a los alquileres de corta duración, la plataforma estadounidense publicó un informe en el que atribuye al sector hotelero la mayor parte de la presión turística en las ciudades europeas y reclama a los gobiernos locales una regulación más equitativa entre modalidades de alojamiento.
Según el documento de 37 páginas encargado por la propia compañía, los hoteles y alojamientos similares fueron responsables de casi el 80 % de las noches reservadas por turistas en los países de la Unión Europea durante 2023 y 2024. En el caso de centros urbanos como París, el porcentaje alcanzaría también el 80 %, incluyendo tanto viajeros de ocio como de negocios.
“Si las ciudades quieren realmente combatir el turismo excesivo, deben tener en cuenta el impacto de los hoteles”, declaró Theo Yedinsky, vicepresidente de asuntos públicos de Airbnb. El ejecutivo apuntó además que algunos gobiernos locales ya avanzan en esa dirección, como es el caso de Ámsterdam, que ha comenzado a limitar también la expansión hotelera.
El informe llega en un momento delicado para Airbnb, que enfrenta un creciente número de restricciones en distintas partes del mundo. Nueva York ha prácticamente prohibido los alquileres temporarios estilo Airbnb, Barcelona ha anunciado que buscará eliminarlos por completo en 2029, y en Francia los alcaldes comienzan a aplicar la ley de noviembre de 2024 para reforzar las regulaciones a nivel local.
En ese contexto, el informe puede leerse como un intento por equilibrar el debate público, señalando que el sobreturismo no puede atribuirse únicamente a las plataformas de alquiler turístico. Según Airbnb, su modelo aporta una distribución más equitativa de los flujos turísticos, ya que el 59 % de sus noches reservadas en el país más visitado del mundo, Francia, se realizan fuera de los centros urbanos más saturados, mientras que los hoteles tienden a concentrarse en zonas altamente turísticas.
Airbnb también cuestiona el crecimiento del sector hotelero en un contexto de crisis habitacional. “El número de hoteles sigue creciendo, mientras el déficit de viviendas es una realidad”, advierte el informe. Sin embargo, este dato se contradice con realidades locales, porque fuera de algunos puntos totalmente saturados y que siguen creciendo a pesar de todo, a nivel país, el parque hotelero en varios países muestra una ligera tendencia a la baja en cuanto a la cantidad de establecimientos (una realidad compensada por propiedades más grandes, ya que la cantidad de habitaciones creció al mismo tiempo).
Lo que queda claro es que la competencia entre plataformas y hoteles ha escalado de lo comercial a lo político. Ambos sectores ejercen presión sobre los reguladores para definir el marco legal del alojamiento turístico, en un contexto de creciente malestar social en muchas ciudades europeas por el impacto del turismo masivo en el acceso a la vivienda y la calidad de vida urbana. Ahora, Airbnb busca reposicionarse como parte de la solución, no del problema.