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Burbujas deportivas podrían compensar eventos en destinos de EE.UU.

Algunos casos exitosos de “burbujas deportivas” en Estados Unidos, como la de la NBA en Disney World a mediados del año pasado, podrían llevar a varias ciudades de ese país a considerar esta estrategia para compensar los ingresos perdidos por la ausencia de eventos. Sin embargo, el camino no está del todo claro ni exento de desafíos.

Sin duda, cuando los equipos ya no tienen que viajar de una ciudad a otra se elimina un factor de riesgo significativo y los encuentros pueden ser fácilmente televisados para que sean accesibles a los fanáticos de todo el país. Ya el año pasado, en plena pandemia, la NBA llegó a los titulares con su burbuja deportiva en el Disney World Orlando, y ahora el Campeonato de Baloncesto Masculino de la NCAA acaba de ratificar un acuerdo para albergar sus juegos de 2021 en Indianápolis.

Si de formatos híbridos se trata, los eventos deportivos ya tenían un amplio camino transitado antes de que comenzara la pandemia, cuentan con bastante experiencia en la realización de pruebas Covid-19 a sus integrantes y tienen, además, la capacidad organizativa necesaria para mantener al mínimo los niveles de riesgo.

Sin embargo, desde el punto de vista de los destinos ¿Existe la posibilidad de que cambien su nombre a centros deportivos? ¿Qué buscan las organizaciones deportivas en un solo destino para que pueda reemplazar a varias ciudades? En estos tiempos aciagos para el turismo de eventos, conseguir un contrato para un evento deportivo importante es una perspectiva alentadora para un destino: alimentar y acomodar solo a los jugadores puede ayudar a sostener la hotelería local.

Es lo que sucedió en Asheville, Carolina del Norte, en donde los negocios locales obtuvieron 1,1 millones dólares tras la celebración de la competencia de baloncesto universitario Maui Invitational. Se estima que fue el éxito de este evento, en el que ni un solo jugador dio positivo, lo que convenció a la NCAA de intentar un modelo similar en Indianápolis.

Pero no todos los destinos en EE.UU tienen las características de Indianápolis. Existen varias consideraciones que pueden hacer que una ubicación sea más viable que otra: la infraestructura y la experiencia necesarias para albergar un gran evento deportivo; suficiente capacidad hotelera; y capacidad de pruebas Covid-19.

Más allá de cumplir con los requisitos de las instalaciones, las ciudades con experiencia previa en la organización de juegos pueden demostrar que tienen la experiencia profesional necesaria para garantizar que los eventos se desarrollen sin problemas.

Y, finalmente, el elemento que hace que este tipo de acuerdos sean tan lucrativos es también el mayor obstáculo: el destino debe poder adaptarse a un aumento en las reservas durante la duración del evento. En los certámenes mencionados cada equipo tenía su propio piso de hotel, con solo un ocupante permitido por habitación.

Hoy las diferentes disciplinas están trabajando en un protocolo integral, pero la burbuja de Disney World de la NBA, por ejemplo, incluso tenía alojamientos de hotel separados para cualquier jugador que necesitara aislarse después de una prueba positiva de Covid.

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