Europa en su apertura, no aceptaría viajeros de EE.UU y de otros países

La Unión Europea está definiendo los países que podrán ingresar a su zona, cuando el próximo 1 de julio se abran sus fronteras. El criterio de selección estará basado en como los países de origen están enfrentando la pandemia. Según The New York Times los estadounidenses, hasta ahora, están excluidos.

Si bien los países de la UE necesitan reanimar sus economías y reabrir sus fronteras después de meses de restricciones, piensan que es adecuado bloquear la entrada de los estadounidenses porque Estados Unidos no ha logrado controlar el Covid-19.

Esta medida, es un duro golpe para el prestigio estadounidense en el mundo y un claro repudio al manejo del virus por parte del gobierno de Trump que tiene 2,4 millones de casos y más de 120 mil muertos, más que cualquier otro país.

Fuentes en Bruselas, aclararon que no solo se excluiría a EE.UU sino a todos los países que no han podido, al momento, controlar la propagación como Brasil, Bolivia, Chile o Perú.

Los viajeros de todo el mundo habían sido excluidos de visitar la Unión Europea, salvo excepciones por repatriaciones o viajes esenciales, desde mediados de marzo. La prohibición a los estadounidenses por parte de Bruselas refleja el patrón cambiante de la pandemia. En marzo, cuando Europa fue el epicentro, Trump enfureció a los líderes europeos cuando prohibió a los ciudadanos de la mayoría de los países de la Unión Europea viajar a Estados Unidos. Trump justificó el movimiento como necesario para proteger a los Estados Unidos, que en ese momento tenía 1,100 casos de coronavirus y 38 muertes.

Hoy, Europa ha frenado el brote, cuando Estados Unidos, el más afectado, ve diariamente más aumentos de infección. Prohibir que los estadounidenses entren a la UE tendría importantes repercusiones económicas, culturales y geopolíticas. Millones de turistas de USA visitan Europa cada verano, y los viajes de negocios son comunes, dados los enormes lazos económicos entre los Estados Unidos y la UE.

Los funcionarios europeos involucrados en la decisión dijeron que era muy poco probable que se hiciera una excepción con Estados Unidos y aclararon que para los criterios de aceptación se habían tenido criterios científicos y no políticos.