Una ley que niega la existencia del estado de crisis en la actividad

La Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto del Frente de Todos, el cual se ocupa básicamente de que el público pague más barato lo que compre de turismo nacional, lo cual ayuda a la ocupación de los proveedores para el año que viene, y excluye claramente al turismo emisivo.

De todas formas, el proyecto omite los datos de la realidad, como suele ocurrirles a menudo a los políticos. Ayudar al turista para que viaje, sin saber si van a poder, si van a querer o se van a animar, es soñar una utopía ya que descuidan que en la situación que están atravesando los prestadores, si el turista decide viajar es probable que no tengan a donde ya que la mayoría de hoteles, restaurantes, trasportistas y guías no estén.

Seguramente, lo resuelto en comisión, no puede haber sorprendido a ninguno de los dirigentes que siguieron de cerca “la cocina” del proyecto. En la reunión que horas antes que se debatieran los proyectos en la comisión mantuvieron con el gabinete económico del Ministerio de la Producción que dirige Matías Kulfas, el funcionario que ofició de anfitrión dijo claramente “el emisivo queda afuera”

Nadie puede, aunque afecte sus intereses, negar la importancia que tiene incentivar el turismo nacional. Tampoco nadie es tan ingenuo para ignorar que atrás de esta iniciativa también se trata de cuidar las reservas y que no se gasten en el exterior.

Dicho esto, y partiendo de que todo está basado en buenas intenciones, a los diputados o al Ministro les falto preguntarse qué ocurrirá con las agencias que viven del emisivo, que son la mayoría.

Es posible que ni los diputados ni el Ministro, sepan que en el tráfico nacional, la incidencia de la intervención de las agencias de viajes es mínima. Los motivos van desde que el hotel le vende directamente al pasajero al mismo precio que a la agencia, este viaja por su cuenta en su automóvil o el boleto aéreo lo compra en cuotas por la web y a ello se suma la explicita actitud de exclusión en la comercialización que tienen los hoteleros para con las agencias de viaje.

Más allá de lo que puede ocasionar en algunos esta afirmación, sería bueno que antes de molestarse por el comentario, enumeren los hoteles que participan en la FIT, en algún workshop o cualquier iniciativa que tenga como protagonistas las agencias.

Siguiendo con el proyecto, falta preguntar  que se imaginan legisladores y autoridades que ocurrirá con la mayoría de las agencias y muchos operadores. Fuentes cercanas a los pisos altos de Suipacha 1111, comentan que la convicción en el gobierno es que por un lado “siempre va a haber gente que viaje al exterior” y por otro –frente a la consulta de este cronista sobre las pérdidas de empleo- la respuesta fue “la prohibición de despidos se extenderá”.

Como todo comentario de pasillo, los cuales suelen ser generalmente tildados de infundados, es de esperar que ese no sea el pensamiento de las autoridades y que alguien responda, proponga o sugiera de que vivirán las agencias y si realmente piensan que la prohibición establecida para despedir personal, será suficiente para evitarla. En otras palabras, en opinión de las autoridades,  los empresarios –chicos, medianos, grandes- , se inmolaran manteniendo sus empresas porque no se puede despedir personal.

Creer que la moratoria impositiva o el mantenimiento del ATP garantizan la permanencia de las empresas, es como mínimo, inocente. Con facturación cero, con una  innegable retracción que habrá en la demanda, ¿Con que afrontara una agencia la porción salarial que debe pagar la empresa, las cargas sociales, sindicato, además del resto de los gastos?

A esto se le suma el criterio adoptado sobre los reembolsos de servicios no prestados y las reprogramaciones. Se establece que los reembolsos, en caso de no desear el pax reprogramar, se hagan en hasta en tres cuotas. ¿Cómo hará una agencia sin ingresos, para reintegrar lo pagado por un ticket aéreo o un hotel que el prestador no devolvió? ¿Cómo harán los hoteles que permanecen cerrados para sumar a sus costos, las devoluciones?

Según cifras oficiales, durante la cuarentena, cerraron aproximadamente 19 mil comercios. ¿Alguien en el gobierno piensa que esos negocios tuvieron en cuenta al bajar la persiana, la prohibición de despedir empleados o la doble indemnización?

Luego está el tema de los tiempos. Este proyecto deberá tratarse con Defensa al Consumidor para aunar criterios sobre la devolución de los servicios no prestados. Luego deberá aprobarlo la Cámara de Diputados y Senadores.

Con suerte y dedicación, pasaran 30/40 días mínimo y luego vendrá la reglamentación. El Ministro Lammens, declaró que “Si una familia compra su viaje a las cataratas del Iguazú por $ 100.000, recibirá una tarjeta con $ 50.000, tanto para usar allí en gastronomía, atractivos, etc., como en otro viaje que decidan hacer”. Seguramente, en la referida reglamentación aparecerán los temas concretos. ¿A un pasajero que se aloje en un hotel de 400 dólares la noche, también se le reintegrara el 50%?

¿Cuánto tiempo pasara para implementarse el sistema mediante el cual el pax envié al Mintur la factura, el Mintur confirme la compra, informe al Banco Nación la información para que el banco emita la tarjeta con el crédito correspondiente y se la envié al pasajero?

Hasta que el turismo no forme parte de la agenda estatal, siempre pasará lo mismo: Seguiremos atando con alambre.