Consensos y disensos

Que a los argentinos nos cuesta ponernos de acuerdo, no es noticia. El día que San Jorge Lanata puso de moda la expresión “la grieta”, nos ocupamos cada día más en usarla.

Si el gobierno con respaldo de científicos dice cuarentena, cierta prensa agita y una parte de la población dice “No a la cuarentena”. Si hay claras evidencias que un periodista (con disculpas a los periodistas) trabaja para los Servicios de Informaciones –con lo que ello implica-, una parte de nosotros salimos de cacerola y decimos “Si a la libertad de prensa”. Si una empresa estafa al estado en 300 millones de dólares, además de a 2.000 productores, etc. y a Tío Beto se le ocurre hablar de expropiación, salimos a “defender la empresa en nombre de la libertad, en contra del Comunismo y Venezuela”. La Biblia y el calefón. Todo es lo mismo. Da igual.

Somos un país sesgado por grietas desde antes de la revolución de Mayo, pasando por Sarmiento o Rosas, etc. y así, divididos, llegamos al siglo XXI.

La semana pasada, luego de reuniones, consultas, roscas, opiniones, prensa imaginativa con brotes verdes, proyectos “secretos bajo 7 candados”, etc. la Comisión de Turismo de Diputados, acordó un proyecto pensando que si se ayuda a la gente a viajar –pagándole el 50%- la industria se reactiva, los hoteles se llenan, los guías no dan abasto, los transportistas hacen cola en las estaciones de servicio porque trabajan a full, a los restaurantes se les acaba el pan y la carne, etc. etc. etc.

El proyecto de Ley no tomó en cuenta que la actual situación, no resiste los tiempos que requiere su aprobación en Diputados, en Senadores, que Defensa al Consumidor este de acuerdo, que se sancione, se reglamente y se instrumente.

También omite “el detalle” que de las 3000/3500 agencias de viajes que trabajan en el país, las que trabajan turismo nacional son muy pocas y poco.

Frente a ello, aparecen –por ahora en voz baja- senadores afines al gobierno, diciendo que no están de acuerdo, que no fueron consultados y que se requiere una ley que no solo arbitre medidas de reactivación sino de emergencia. “la Ley debe contemplar que las empresas que prestarán el servicio estén en pie para cuando la gente decida y pueda viajar”, dicen; además de adoptar medidas para que las agencias de viaje no dejen el tendal de personal sin trabajo, etc., etc., etc.

Como una muestra más de los desencuentros, FEHGRA entidad que agrupa a hoteles y restaurantes que se supone el proyecto ayudaría, emite un crítico documento en el que claramente expresa que “….FEHGRA ve con mucha preocupación el proyecto… “Plan de Auxilio, Capacitación, Infraestructura y Promoción para el Turismo Nacional”, que ofrece medidas que son insuficientes en un contexto de gravísima crisis como la que atraviesa la actividad. El proyecto aprobado no contempla ninguna medida tendiente a mantener vivas las empresas y a sostener los puestos de trabajo…..Un plan orientado a la capacitación del personal requiere necesariamente de la previa subsistencia de las empresas, que hoy están en riesgo. FEHGRA requiere la sanción urgente de una Ley de Emergencia que entienda y recepte la real situación del sector y que incluya medidas que aseguren hasta tanto se retorne a una actividad normal, la asistencia del Estado en el pago de los salarios; la reducción de las tarifas de los servicios públicos y el diferimiento de sus vencimientos; créditos a tasa cero y flexibles para capital de trabajo; exenciones impositivas; reducción del IVA en los servicios prestados por el sector……”.

En tanto FAEVYT, que agrupa a los agentes de viajes, no beneficiados concretamente en nada -o casi nada para no ser absolutos-, se pronuncia en otro comunicado expresando que “Reactivar la industria del turismo nacional es sostener el trabajo de miles de Pymes…Es fundamental que se esté avanzando en una iniciativa que cuenta con medidas de promoción para el turismo acordes a la gravedad y urgencia de la crisis que estamos atravesando, impulsando la recuperación integral de la industria”…. “La Preventa Turística, que se extenderá hasta fin de año, nos brinda un horizonte futuro que permitirá acelerar la recuperación de nuestra actividad. Es una gran oportunidad para las agencias de viajes que serán la mejor alternativa para que los beneficiarios puedan acceder en una sola operación a cada uno de los componentes incluidos en el programa (pasajes, alojamiento, traslados, gastronomía), de manera organizada y con el asesoramiento de una agencia de viajes”.” Vamos a plantear algunos cambios para sumar resguardo en las operaciones; sugiriendo ajustes en la norma para lograr un mejor equilibrio entre las partes contempladas en la misma”.

O sea, los que serían beneficiados por las medidas, en caso de sus negocios existir cuando se implementen, se oponen a la ley por insuficiente y tardía. Mientras, los que no tendrán beneficios significativos, apoyan la iniciativa.

¿Qué paso?

Fuentes que piden preservar el anonimato, cuentan que lo aprobado cuenta con el rechazo de senadores oficialistas y entidades empresarias, que sumados a la oposición que ya manifestó en comisión su desacuerdo, pone en peligro su sanción.

Además diferentes referentes y asociaciones, de manera pública y privada, le hicieron llegar al ministro Lammens su desacuerdo, además de críticas por no consensuar previamente.

Lo extraño de todo esto, es que parece un de juego de mesa:

  1. El presidente de Diputados es Sergio Massa de la coalición gobernante. Se supone que estaba al tanto de lo que se discutiría y aprobarían sus diputados en comisión.
  2. El jefe del bloque oficialista de diputados es Máximo Kirchner, que se supone estaba al tanto de lo que se discutiría y aprobarían sus diputados.
  3. Los senadores que están en disenso, son varios del Frente de Todos (7) y la Jefa de ellos en el senado es Cristina Kirchner que por carácter transitivo, se supone que estaba al tanto de lo que le llegará para aprobar.

Con este tablero, ¿Cómo es que no están de acuerdo?

Aparentemente el diputado Fernández Patri modifico su proyecto que contemplaba otros criterios y el Mintur metió por la ventana a último momento el aprobado que, se dice, vino del Ministerio de la Producción con el visto de Balcarce 50.

Así como el Presidente de la Nación admitió públicamente que valoró erróneamente la recepción que tendría en la población el anunció de la expropiación de Vicentin, probablemente Lammens escuche a gente que conoce la actividad y llame a las partes a encontrar un proyecto que contemple, al menos, a la mayoría.

Seguramente no todos quedarán satisfechos por igual, pero al menos será un poco más entendible.