Se celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas

El pasado domingo 9 de agosto se conmemoró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una oportunidad para reivindicar las tradiciones y saberes de los pueblos originarios que habitan la provincia de Buenos Aires.

Es el caso de las comunidades Qom Toba de Presidente Derqui (Pilar) y Mapuche de Los Toldos (General Viamonte), dedicadas a elaborar piezas artesanales con paciencia y dedicación, pero sobre todo, desde una cosmovisión poblada de relatos ancestrales que las dotan de sentido.

Cinthia Zaballa Antimán, de la Comunidad Hermanos Mapuches de Los Toldos, lo expresó así:

“Cuentan las abuelas que fueron las arañas las que les enseñaron a tejer. Una mujer joven fue raptada por un hombre que quería casarse con ella sin su consentimiento. La única forma de conseguir la libertad era tejiendo una prenda y ella no sabía hacerlo. Desconsolada se sentó al lado de una fogata y allí una araña le dijo que le iba a enseñar a tejer”.

Antimán es la líder de un emprendimiento de tejidos artesanales llamado Kume (bonita) Lalen (araña). Es la descendiente de un pueblo que llegó a estas tierras en 1862 de la mano del cacique Ignacio Coliqueo. Durante más de cien años tuvieron que silenciar su lengua e invisibilizar sus creencias y saberes, entre ellos el telar y el hilado. En la década de 1980 recuperaron el tejido artesanal. Una profesora enseñó a cuatro mujeres mapuches ese oficio y a partir de allí comenzaron a replicarlo a través de talleres.

Hoy se busca visibilizar estas tradiciones, materializadas en fajas, ponchos, bufandas, pashminas y caminos de mesa. Todas se elaboran en el típico telar mapuche a base de lana de merino; un material que no produce irritación al contacto con pieles sensibles y en cuyos diseños se incorpora toda la simbología del pueblo nativo.

Por otra lado está la comunidad Qom Toba en la localidad de Presidente Derqui, partido de Pilar, que produce artesanías en barro y arcilla; objetos de cestería (canastas, vasijas, costureros, carteras); máscaras y tejidos.

El encargado de este emprendimiento es Clemente López, cacique toba, que en los noventa llegó desde Chaco y formó la organización civil Daviaxaiqui, integrada por varias familias con el objetivo de encontrar el sustento económico en la producción artesanal. 

 “Cada vez que me pongo a trabajar en las artesanías siento que recupero la energía, que conecto con mis antepasados”, cuenta este cacique que incorpora en su rutina laboral las técnicas y leyendas de sus ancestros.

Clemente detalló, por ejemplo, que las artesanías de barro se cocinan en horno de barro a 400 grados y las de arcilla a 900. Sin embargo esa tarea no se lleva a cabo cuando hay luna nueva: “Mi abuela de más de cien años me contó que la luna sale con tanta fuerza que rompe todo. Hay que esperar”, dijo.

Por su parte, Audelina, compañera de vida de Clemente, está abocada a la confección de prendas tejidas. Dentro de esta comunidad son las mujeres las que realizan esa tarea. Desde la infancia se les enseña a hilar y a confeccionar su telar. 

Aquellas personas que quieran acercarse a la producción de Kume Lalen y a Clemente y Audelina, podrán encontrarlos en las redes sociales: @kumelalen (IG) y @arteqom (FB). “A través de su universo artesanal los pueblos originarios invitan a conocer sus profundas raíces y su manera de ver el mundo”, destacó el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en un comunicado.