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No es la economía, ¡Entiéndelo!

Cuando el estratega de campaña de Bill Clinton utilizó la frase “Es la economía, ¡Estúpido!” para enfrentar a Bush padre en las elecciones presidenciales, poco importaban los relativos éxitos en política internacional frente a la caída de la Unión Soviética que pusieron a Bush en zona de prestigio. Lo que importaba era el desempleo, la recesión, la inflación. Era la economía.

Y ganó Clinton, quien años después volvió a comprobar la afirmación y superó el jugueteo con Lewinsky en el salón Oval, gracias a la buena situación económica que se vivía.

En Argentina, sectores minoritarios de la ciudadanía con amplio poder de fuego económico y sobre todo mediático, intentan repetir la experiencia Clinton y batallan sobre el clavo del falso dilema cuarentena/economía, de paso suman comentarios como la cola que debieron hacer los jubilados, los miles de presos liberados, ahora la reforma judicial en contra del cambio en la Corte Suprema que nadie mencionó. Pero Lilita lo dijo. Y si Lilita lo dijo…

Entonces, para honrar la memoria del Padre de la Patria, ayer se convocó a una marcha en contra de los intentos de dictadura, por las libertades, en contra de la cuarentena  y todas esas cosas. Aislamiento puro.

Entrar a preguntar de qué intentos de dictadura hablan o qué otra libertad no tenemos limitada sino la de preservar nuestra salud, resulta totalmente inútil. Cada uno repite el cantito que le suena, y eso está bien. Es la libertad.

En la discusión en el senado por la ley de Asistencia al Turismo, la Senadora por Córdoba Laura Rodriguez Machado (foto) dijo que acordaba en cuidar la salud preservando el aislamiento y distanciamiento, pero que había que autorizar los vuelos de cabotaje y el transporte interprovincial para que el turismo se ponga en marcha. O sea, debemos evitar el contacto pero hagamos cosas que lo provoquen.

Joan Manuel Serrat, canta una canción que dice “Es muy triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Y la verdad velada, la que nadie expresa, es que a los sectores económicos poderosos y sus socios, los medios de comunicación que manejan el país, la única salud que les preocupa es la de ellos y son partidarios de que la gente debe infectarse, seguramente muchos morirán, pero los negocios deben seguir. Lo que sabiamente alguien definió como La Teoría del Rebaño. De paso, combatimos el populismo, a la yegua y todo lo demás.

Otros sectores, no tan importantes pero acuciados por su situación económica y/o angustiados por el aislamiento, repiten, acuerdan, protestan.

Sería bueno preguntarse de qué sirve abrir los vuelos y el transporte interprovincial levantando las restricciones, si la gente estará enferma o muerta.

Cuidate. Quedate en casa.

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