Estar en tierra durante la pandemia, fue el mejor resultado para Copa

Mientras las aerolíneas estadounidenses decidieron volar vendiendo a tarifas baratas para lograr caja, el Covid y el gobierno panameño, hicieron que Copa hiciera lo contrario. Dejó de volar durante meses perdiendo mucho dinero, aunque tal vez, menos de lo que se podría pensar.

Por cinco meses, apenas operó algunos vuelos humanitarios y de carga. El gobierno de Panamá así lo exigió, prohibiendo a cualquier aerolínea, vuelos internacionales. Hoy Copa, que tiene una única ruta de cabotaje, está nuevamente en funcionamiento, pero en pequeña medida.

Autorizada por el gobierno, comienza vuelos limitados a Nueva York, San José de Costa Rica, Santo Domingo y Quito/Guayaquil. Según lo anunciado oficialmente.  Si todo sale bien, las autoridades permitirán más vuelos en septiembre.

Solo los ciudadanos panameños podrán bajarse en Ciudad de Panamá, pero los pasajeros de otras nacionalidades, pueden hacer conexiones en el Aeropuerto Tocumen, entre Norte y Sudamérica, a los países que lo permitan ya que varios de estos últimos no han abierto sus fronteras aún.

Las aerolíneas estadounidenses argumentan que deben volar tanto como lo permita el mercado, para disminuir el déficit que les ocasiona estar parados. Los analistas se preguntan cómo hizo Copa, que no voló durante cinco meses, y no parece estar en una situación financiera apremiante.

La explicación es que a pesar de volar solamente 86 operaciones de carga y humanitarias en el segundo trimestre, Utilizó otra estrategia y le salió bien, en comparación con otras aerolíneas.

La empresa, que cotiza en la Bolsa de Valores de NYC, informó una pérdida neta de 386 millones de dólares, tomando todos los costos fijos, incluido el de mantener los aviones en tierra. Wolfe Research, analistas de mercado, confiesan que “Aunque sin dudas fue un trimestre brutal, Copa fue una de las pocas aerolíneas que superó nuestras expectativas tanto matemáticamente como de otra manera”, señalaron en un informe.

La respuesta, aunque no hay una sola, es que Copa fue siempre considerada como una compañía “aburrida”, ajustándose a normas y planes preestablecidos. Así, desde hace 20 años tuvo utilidades, y estos últimos trimestres marcaron su primera pérdida.

Pedro Heilbron (foto), su CEO, no es afecto a correr riesgos innecesarios y, a medida que otras empresas aéreas expandían sus flotas y sus rutas, mantuvo su estrategia de operar solo equipos de fuselaje angosto y volar únicamente en las Américas. Heilbron sostuvo siempre que el punto fuerte de su aerolínea era su situación geográfica, Panamá, perfectamente ubicada entre América del Norte y del Sur para captar el tráfico en conexión.

Seguramente, los pasajeros tenían mejores opciones que Copa para volar Buenos Aires/ Miami pero para viajar Córdoba/Orlando o Mendoza/Punta Cana, era la mejor elección.

Es cierto que no todas son flores y Copa cometió algunos errores como Wingo, una pequeña aerolínea colombiana low cost, creada al calor del proceso de paz, que al menos hasta hoy no ha tenido éxito. Sin embargo, en comparación con otras grandes compañías de la región, ha sido estable y mientras que, durante esta crisis, Aeroméxico, Avianca y Latam se presentaron en concurso de acreedores, Copa usó sus recursos y no recurrió al estado panameño para obtener liquidez.

Seguramente, como todas las líneas aéreas, no será la misma que era. Para empezar, retiró los Embraer E190 y los Boeing 737-700, y operará en menos mercados. Pueden pasar años antes que cualquier aerolínea de la región vuelva a los ingresos de 2019, pero el modelo de negocio acotado de la panameña tiene más oportunidades para mantenerse durante la recuperación.

La mayoría depende de tres tipos de segmentos de pasajeros: ocio, familiares y negocios. Los análisis indican que los viajeros de negocios serán los últimos en regresar a volar, pero los primeros síntomas muestran que los segmentos de ocio y familiares están volviendo a hacerlo y todas las empresas seguramente apostarán a estos. Solo a modo de ejemplo, Delta anunció que reduce su capacidad en cabinas business para ampliar las economy.

En su reciente informe a los accionistas, Copa detalló que solamente un tercio de su tráfico estuvo relacionado con el pasajero de negocios, y el resto se dividió equitativamente entre turismo y viajes familiares. Ahora falta que los mercados se abran.