Hoteles acogen nueva generación máquinas expendedoras
Una reinvención de este tradicional autoservicio se está posicionando como una solución conveniente y sencilla para muchos hoteles de Estados Unidos, gracias al creciente intereses de los huéspedes por los servicios sin contacto en la era Covid-19.
La propuesta es liderada por Swyft, una “plataforma de automatización minorista”, que en asocio con CVS Pharmacy se ha propuesto introducir los otrora olvidados quioscos de vuelta en la industria hotelera. La idea es proveer a los huéspedes de productos como máscaras, guantes, desinfectante, pero también cargadores de teléfonos, artículos de tocador, medicamentos de venta libre, baterías. En total, cada quiosco tiene más de 70 artículos
“Esta no es una máquina expendedora tradicional de bobina, es un verdadero servicio de alta tecnología que se ve realmente genial y proporciona una actualización inmediata al lobby de un hotel”, afirmó Matt Boelk, vicepresidente de desarrollo de ubicaciones de Swyft, empresa que ha estado en el negocio de las máquinas expendedoras por más de 15 años.
Según Boelk, el servicio se encuentra actualmente en 40 hoteles de Estados Unidos, pero se espera que ese número crezca rápidamente en medio de la pandemia, ya que el modelo proporciona un servicio útil y sin generar preocupaciones adicionales a los ya atribulados hoteles, que ahora no están para operar o surtir un servicio de este tipo.
Con la solución de Swyft, los hoteles solo necesitan seis pies a lo largo de una pared y un enchufe para que los huéspedes tengan acceso minorista las 24 horas, los 7 días de la semana. Las propiedades también se ahorran la mano de obra, ya que cuando el inventario registra un cierto nivel de ventas, Swyft recibe una alerta automática y la empresa envía a alguien para reabastecer la máquina. Los hoteles que implementan los quioscos CVS reciben una participación del 10% de los ingresos de una máquina.
Una pantalla digital proporciona información detallada del producto a los clientes y todas las compras se realizan con tarjeta de crédito. El único problema potencial de servicio al cliente es que, en caso de que exista un problema con el producto, el huésped debe ir a una ubicación CVS física para obtener un reembolso.
Dado la acogida de las renovadas máquinas expendedoras, el directivo estima que un concepto de comida, bebida y refrigerio también podría resultar exitoso. Boelk visualiza un quiosco de alta gama capaz de dispensar no solo alimentos empaquetados, sino también platos preparados como sushi y sándwiches.
“Incluso antes del Covid había ya un impulso en el comercio minorista en quioscos no tripulados; las cosas ya iban en esa dirección. En la actualidad las nuevas generaciones prefieren lidiar con una máquina que con una persona. Y a la gente le encanta el hecho de que ya no necesitan esperar en la recepción para comprar un poco de Paracetamol”, manifestó Boelk.