La Covid puso el código QR en el podio
Si bien se esperaba una recuperación rápida, con ocho meses de pandemia, todavía no se vislumbra un final y menos a corto plazo. El tráfico de las aerolíneas sigue siendo bajo, parte por las cuarentenas, la reducción de vuelos, las preocupaciones por la salud y la incertidumbre económica.
Las principales líneas de cruceros continúan suspendiendo la mayoría, si no todos los viajes. Aunque el negocio hotelero está mostrando algún signo de recuperación en tierras lejanas, como China, y algunos sectores han agudizado la creatividad para tener tráfico, la recuperación tiene un largo camino por recorrer.
Y como en muchas oportunidades, la tecnología ha sido fundamental. En nuestro caso, para atraer a los clientes y mantenerlos seguros.
Hoy es el instantáneamente reconocible y universalmente legible por prácticamente todos los teléfonos inteligentes modernos, el Código de Respuesta Rápida (QR), inventado por un ingeniero japonés en 1994 , para rastrear los stocks de la industria automotriz. La codificación y decodificación estandarizadas permite almacenar hasta 7.089 números o 4.296 caracteres alfanuméricos (letras y/o números).
Ahora, a raíz de la pandemia, los códigos QR tienen aún más potencial, ya que se han convertido en una herramienta esencial y bienvenida para las marcas de viajes y hotelería, en particular, ayudando a la industria a reducir el contacto físico. Hoy los QR ayudan a registrarse, facturar equipaje, pasar por seguridad, realizar pedidos, pagar, solo por nombrar algunos.
El empleado de un aeropuerto puede ayudar a un viajero perdido o preocupado. El mozo del restaurante sirve y levanta la mesa, ya que el pedido se hizo por QR. El conserje del hotel podrá usar su tiempo en otras cosas, ya que no deberá responder a las necesidades de un huésped, como recomendaciones de restaurantes, una tanguería u otras actividades. Falta resolver ver como recibirá su comisión….
Una investigación reciente mostró que el 78% de los potenciales viajeros indicaron las capacidades sin contacto como uno de sus tres principales criterios de selección de hoteles. Además de eliminar la fricción y evitar el contacto, los códigos QR pueden ayudar a acelerar muchos de los pasos del cliente en un viaje.
Numerosas tareas pueden tener ahora cero tiempo de espera. Con un escaneo rápido de un código, los clientes pueden acceder al contenido de los protocolos de seguridad; el autoservicio y la automatización eliminan la dependencia del personal de las colas de espera, lo que permite liberar infraestructura de personal para utilizarla más eficientemente.
Menos colas significan más distanciamiento, incluso cuando el cliente requiere o desea la interacción humana, los códigos QR pueden ayudar a acelerar y facilitar la interacción entre el empleado y el cliente, por ejemplo, escanear un código para identificar rápidamente una reserva que puede requerir la asistencia de un empleado.
En muchos sentidos, el aumento en el uso de códigos QR debido a la pandemia no solo ha aumentado el uso de la tecnología por parte de los clientes, sino que también ha obligado a un nivel de adopción. El público viajero no tardó mucho en cambiar a la web, el móvil o el quiosco para un check in para embarcar.
El uso de esta tecnología es la encarnación de una experiencia sin contacto en un mundo digital y físico en constante cambio. El tema será aprender a aprovecharla.