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Cinco preguntas sobre los pasaportes digitales de salud

La persistencia de la pandemia del Covid-19 ha allanado el terreno para la aparición de un nuevo elemento del viaje que, hace menos de un año, parecía reservado para las habituales conferencias sobre “los viajes del futuro” realizadas en cuanto congreso o convención turística había en la región.

Hoy no hay ni congresos ni convenciones y, antes de que regresen tal como se conocieron, es muy probable que lo haga primero uno de esos elementos vislumbrados en las ya lejanas charlas sobre el futuro de los viajes: un documento digital que centralice de manera eficiente y segura los datos de un viajero.

La pandemia del Covid-19 obligó a acelerar varias agendas de la industria turística, por ejemplo, la sostenibilidad o la digitalización. En esta última se destaca el caso de los “pasaportes digitales de salud”, una iniciativa a la que le están apostando aerolíneas, empresas de tecnología y algunos gobiernos como estrategia para reactivar los viajes.

Sin embargo, lejos están dichas iniciativas de estar coordinadas y listas para su uso. Por eso resulta pertinente dar una mirada a algunos de los pasaportes disponibles, examinar cómo funcionan y las preocupaciones que plantea su implementación.

¿Qué son los pasaportes digitales de salud y quién los proporciona?

Es una aplicación, o certificación en línea, que muestra el resultado de la prueba Covid-19 de un viajero o su registro de vacunación. Confirmará al personal de la aerolínea o a la autoridad migratoria que una persona en particular tiene un riesgo bajo de adquirir o transmitir el virus. Por lo tanto se valoran como un método viable para verificar y autorizar el ingreso de un viajero a un país de acuerdo a los requisitos que este exige.

Hoy hay varias iniciativas en curso, desde las pioneras ICC AOKpass, CoronaPass y CommonPass, hasta las surgidas posteriormente como IATA Travel Pass, Mvine-iProov, VeriFLY, Pasaporte V-Health, CCI Linux, entre otras. Igualmente, ya están comenzado a verse múltiples colaboraciones entre aerolíneas y países que eligen diferentes socios para sus pasaportes digitales.

Incluso la firma Ticketmaster está desarrollando una con el objetivo de revivir a la industria de eventos en vivo.

¿Cómo funcionan exactamente?

La premisa es simple. Un viajero descarga una aplicación en su teléfono móvil; conecta esa aplicación con su proveedor de viajes o carga su itinerario; la aplicación señala los requisitos que necesita para viajar. Una vez que se cumplan esos pasos (prueba de Covid-19 negativa en un centro certificado, principalmente) y los resultados sean aceptados, el viajero recibirá un código QR que lo certifica como seguro para volar.

Una de las aplicaciones más prometedoras es la de la IATA, que estará lista en marzo en una primera fase y en abril para un segundo lanzamiento que incluirá más idiomas y funcionalidades para menores de edad y grupos.

¿Se aceptan estos pasaportes en todas partes?

No y ese es quizás uno de sus principales desafíos. Al sol de hoy su aceptación es muy limitada. Un caso ejemplar es el de Aruba, que se encuentra registrado como país en la plataforma CommonPass. Asimismo, Dinamarca está desarrollando su propio “pasaporte de vacunas” digital. Se cree, sin embargo, que la mayoría de los países reconocerán como aceptables a múltiples pasaportes de salud digitales, bajo el mismo principio de que han adquirido distintos tipos de vacunas.

Igualmente las aerolíneas avanzan en distintos frentes en este propósito. United probó CommonPass en vuelos entre Londres y Nueva York y también forma parte del grupo asesor de aerolíneas para IATA Travel Pass. British Airways también probó CommonPass, junto con otras agencias de viajes. Singapore Airlines está probando el IATA Travel Pass, seguido de IAG, Emirates, Etihad Airways y Qatar Airways. American Airlines desarrolló VeriFLY para los viajeros que vuelan hacia Estados Unidos, mientras que esta semana British Airways será la primera aerolínea británica en probarla para los clientes que vuelan desde Londres a EE. UU.

¿Están seguros los datos?

Como habitual, la seguridad de los datos en un asunto que está bajo la lupa y constituye, de hecho, la principal preocupación de la industria de viajes según se reveló en un seminario virtual realizado recientemente por BCD Travel.

ICC AOKPass e IATA TravelPass utilizan tecnología blockchain. Esto tiene ventajas porque no existe una base de datos central que pueda ser pirateada para acceder a información personal, y también significa que los proveedores de aplicaciones no recopilan datos personales y médicos.

En el caso de VeriFLY, desarrollada por Daon, se utilizará autenticación biométrica. Otros proveedores han desarrollado enfoques diferentes, pero el común denominador es que la seguridad de los datos del pasaporte en cuestión es el argumento principal para su promoción entre los distintos públicos interesados.

¿Podrían ser estos pasaportes la respuesta para reiniciar los viajes globales?

Sí y no. La tecnología de pasaportes está ganando terreno entre las aerolíneas y gobiernos, pero es evidente que se encuentran en fase piloto. No obstante, también parece claro que eventualmente más gobiernos se alinearán bajo esta estrategia.

En cuanto a los usuarios, una encuesta realizada por la organización Travel Again encontró que el 75% de los viajeros de negocios y de placer estarían dispuestos a realizarse múltiples pruebas de Covid-19 antes y durante el viaje, y compartir sus resultados, todo con miras a reanudar los viajes sin restricciones. Queda entonces un 25% sobre el que hay que trabajar. Ocurre lo mismo respecto a las vacunas, cuya aceptación varía en porcentajes de país a país.

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