Lo que gana Delta al bloquear el asiento del medio
Mientras todas las aerolíneas estadounidenses abandonaron las políticas de capacidad reducida y comercializan ahora la totalidad de su inventario, la compañía con sede en Atlanta agitó el mercado con su decisión de mantener bloqueadas los asientos del medio o del pasillo en aviones más pequeños hasta el 31 de abril.
La audaz decisión ha despertado toda suerte de reacciones, desde felicitaciones públicas por parte de muchos usuarios y líderes de opinión por anteponer la seguridad del viajero a los intereses comerciales, hasta cuestionamientos sobre la efectividad de la medida en tiempos en que parece haber un consenso sobre la seguridad de los viajes aéreos.
Por supuesto, las reacciones también han pasado por el impacto financiero de la medida en el negocio de la compañía. Delta está sacrificando una cantidad significativa de ingresos potenciales al bloquear los asientos intermedios. Hacerlo equivale a vender solo dos tercios de los asientos disponibles en clase económica, lo que puede no ser un problema ahora, pero podría resultar una desventaja cuando la demanda de viajes aumente.
No obstante, se presume que la diferenciación de Delta frente al resto de sus competidores puede situar a la aerolínea en una posición de liderazgo en seguridad o por lo menos en la percepción de esta. Es evidente que bloquear asientos como medida de prevención pone en una situación incómoda a los competidores que vuelan llenos o pretenden hacerlo ¿Puede interpretarse la decisión de las compañías como codicia o indiferencia por la salud de los pasajeros?
Tras anunciar la medida Delta aclaró que esta responde al ‘feedback’ de los propios viajeros que “continúan diciéndonos que más espacio brinda más tranquilidad” y que su continuidad se evaluará “en relación con la transmisión de casos y las tasas de vacunación”. Así que si la demanda aún se mantiene deprimida, la medida, que se extenderá dos meses y medio más, podría ser la adecuada y los réditos a futuro indeterminados.
Pero el resto de líneas aéreas estadounidenses no piensan lo mismo y basan sus decisiones en los resultados científicos de los estudios del Departamento de Defensa de EE.UU y de la Universidad de Harvard, en donde se señala que la posibilidad de contraer el coronavirus a bordo es mínima, tanto para pasajeros y tripulaciones, si se siguen todas las medidas de seguridad.
“Todos los estudios concluyeron que los viajeros que usan máscaras tienen una probabilidad cercana a cero (0.003%) de contraer Covid-19 a bordo de un avión, en parte debido a nuestra sofisticada filtración HEPA, incluso cuando todos los asientos están ocupados en un avión”, dijo un portavoz de Alaska Airlines, aerolínea que solo mantiene bloqueados los asientos del medio en sus cabinas Premium como medida de servicio al cliente para sus pasajeros más distinguidos.
“Ahora tenemos un coro de estudios científicos que apuntan a las cabinas de los aviones como un entorno donde la transmisión del virus es estadísticamente improbable por dos razones: el uso generalizado de máscaras; y sofisticados sistemas de aire que introducen aire fresco durante un vuelo con una mezcla de aire filtrado que repone todo el volumen de aire de la cabina cada dos o tres minutos”, manifestó un vocero de Southwest.
American Airlines, por su parte, brinda a los pasajeros la flexibilidad de cambiar su reserva si el vuelo en cuestión se encuentra muy lleno, mientras que United cuenta con la misma política pero ha manifestado que la inmensa mayoría de sus clientes optan por mantener intactos sus planes de viaje. Entre tanto, desde JetBlue señalaron que el aire de la cabina de un avión es más seguro que el de los propios hogares.
“La seguridad y el bienestar de los pasajeros y empleados es la principal prioridad de las aerolíneas estadounidenses. Desde el inicio de esta crisis, las aerolíneas estadounidenses se han basado en la ciencia para ayudar a guiar las decisiones mientras reevalúan y actualizan continuamente sus procesos, procedimientos y protocolos”, declaro la vocera de Airlines4America (A4A), red de aerolíneas de la que también forma parte Delta.