Inquietud por la consolidación global de agencias corporativas
Mientras algunas voces aún hablan de una reducción insalvable de los desplazamientos de negocios a raíz de la pandemia, los grandes jugadores de los viajes corporativos parecen apostar a fondo por la actividad.
Así lo indican las multimillonarias adquisiciones ocurridas durante el primer semestre del año. Se trata de transacciones de alto nivel que han recibido el respaldo y confianza de firmas de capital privado y que han significado desde ya una evidente reacomodación de los jugadores de la industria global de los viajes de negocios, con la consecuente concentración de poder en pocas manos.
De esta manera, se evidenció que el periodo de inactividad pandémica durante buena parte de 2020 no lo fue tanto en materia de planificación y elaboración de estrategias en el campo de los viajes empresariales. Las movidas comenzaron en enero con la compra de Ovation Travel por parte de AMEX GBT y de Nextravel por parte de la española TravelPerk.
Aunque la lista es larga y los nombres no tan conocidos, se destacó también la adquisición de Pana por la empresa de gestión de gastos Coupa, Roadmap por Emburse y Reed & Mackay por TripActions. Pero fue la compra de Egencia, la división de viajes corporativos de Expedia Group, por parte de AMEX GBT, la que consolidó a esta última como la agencia corporativa más grande del mercado, “demasiado grande”, para algunos líderes empresariales.
Las preocupaciones de esta sacudida en el mundo de la gestión de viajes, equiparable solo a la desatada por la misma AMEX GBT comprando a HRG en 2018, fueron abordadas durante un foro virtual realizado la semana pasada en la Arabian Travel Market.
La inquietud pasa por la menor disponibilidad de agencias corporativas en el mercado, ya que estos movimientos pueden desatar jugadas similares de otros competidores, como CWT y BCD Travel. Según algunos expertos, estos acuerdos reflejan la intención de las agencias por reforzar competencias tecnológicas, presencia geográfica y, particularmente, ir a la conquista de un mercado.
Igualmente, para algunas empresas hoy es preocupante que sus agencias locales, que gestionan viajes domésticos y prestan un buen servicio, se conviertan en objeto de adquisición por parte de las grandes agencias globales que llegan a imponer su manera de hacer negocios. La decisión de muchas de estas empresas ha sido, justamente, mantenerse alejadas de las agencias globales por considerarlas más onerosas.
Pero otras voces piensan diferente y creen que, en última instancia, los clientes pueden ganar. Se cita, por ejemplo, en el caso de AMEX GBT, una mayor disponibilidad de tarifas de viajes B2B y de hoteles e inventarios de Expedia que antes no hacían parte del portafolio de productos. Lo propio ocurre con innovaciones tecnológicas, conocimientos y servicios que pueden traspasarse a los clientes.
Como siempre ocurre, solo el tiempo dirá a qué conducirá esta nueva etapa de los viajes corporativos, marcada por una crisis sin precedentes y una reacomodación de los grandes jugadores.