Avianca piensa salir adelante asociada con United
Avianca planea salir de su crisis como un jugador más pequeño pero más fuerte, asociado con United, según el nuevo plan de reestructuración presentado ante el tribunal de quiebras de los Estados Unidos.
El nuevo plan presentado no difiere demasiado a los planteados:
- Bogotá y San Salvador siguen siendo sus centros principales con operaciones secundarias en Costa Rica y Ecuador.
- La filial peruana cerró en 2020.
- Su flota se reducirá a solo 109 aviones (98 pasajeros y 11 de carga) cuando salga de la bancarrota, antes de sumar los 58 nuevos aviones alquilados que llegarán entre 2021 y 2023.
- United y la Star Alliance siguen siendo pilares clave de su estrategia de red internacional.
“Avianca espera aprovechar sus fortalezas centrales, incluido su sólido desempeño operativo, mayor capacidad, reconocimiento de marca, su posición de liderazgo en el vibrante mercado de aerolíneas latinoamericanas, su membresía en Star Alliance y la fortaleza de su programa LifeMiles, mientras se convierte en una aerolínea más rentable, para emerger del Capítulo 11 como un competidor de élite en los próximos años”, dijo la aerolínea en su plan de reorganización.
Lo planteado marca el comienzo del fin de las tres principales reorganizaciones que la aerolínea abrió el camino con su presentación del Capítulo 11 en mayo de 2020.
Latam siguió ese mes y Aeroméxico en julio. Las tres aerolíneas, las más grandes de América Latina, se vieron muy afectadas por la caída vertiginosa de los viajes aéreos y la falta de apoyo de los gobiernos para pagar sus cuentas.
Además, aunque esto no se debe decir, la “bancarrota” o el Chapter 11 en los Estados Unidos, es la solución para licuar pasivos, tirar algunas deudas para adelante (otras no pagarlas), etc.
Su declaración de quiebra se produjo cuando la IATA, advirtió que la mitad de las aerolíneas mundiales podrían “morir”, ya sea colapsar o fusionarse con sus competidores, sin la ayuda de los gobiernos. Nada mencionaba la IATA el estado en que se encontraba Latam, Avianca y Aeroméxico antes de la pandemia.
Si no desaparecieron la mitad de las aerolíneas, muchas tomaron medidas para mantenerse, desde despedir a decenas de miles de empleados hasta reducir las flotas. La mayoría hizo esto fuera de los procesos oficiales de reestructuración o administración.
Un pilar clave del plan de reorganización de Avianca es su propuesta de empresa conjunta con United. Antes de la crisis, esto se planeó como un vínculo de tres vías entre Avianca y United que cubría todos los vuelos entre Sudamérica y los EE. UU. y la brasileña Azul, en la que United posee una participación minoritaria.
Si bien Avianca nunca desautorizó el acuerdo durante su reestructuración, el proceso de quiebra abre la puerta para cambiar las lealtades de las aerolíneas.
Como parte de su plan, Avianca extendió sus acuerdos con United por siete años hasta 2030, y United tiene la opción de tomar una participación accionaria en la aerolínea colombiana.
Las low cost son la verdadera amenaza para Avianca en su casa. Mientras se reestructuraba, Viva Air Colombia se expandió en su mercado local, y las mexicanas VivaAerobus y Volaris dieron a conocer planes para expandirse al mercado.
Volaris planea abrir una nueva subsidiaria en El Salvador para fines de año. Esta expansión ha “impulsado una presión a la baja significativa y duradera sobre las tarifas” y cambios en las preferencias de los viajeros, dijo Avianca en su plan.
En respuesta, Avianca planea aumentar la densidad de asientos en sus aviones de la familia Airbus A320 en aproximadamente un 24%, según el plan. Eso se traduciría en hasta 186 asientos en los A320. Tanto Viva como Volaris vuelan sus A320neos con hasta 186 asientos.
A diferencia de Aeroméxico y Latam , Avianca no canceló sus compromisos pendientes con Airbus y Boeing durante su reestructuración. La aerolínea mantiene pedidos en firme de 88 aviones de la familia A320neo con vencimiento entre 2025 y 29, y dos 787-9 con vencimiento en 2024.
Avianca realizó mejoras drásticas en sus números usando la quiebra. Para empezar recortó aproximadamente 3 mil millones de dólares de los 5.200 millones en deuda pendiente que tenía al comienzo de la crisis. Luego, alineo 1.600 millones de dólares en financiamiento de salida de la quiebra para impulsar su capital de trabajo para la recuperación.
Pero esos recortes no son fáciles de digerir para los acreedores sin garantía.
La mayoría de los acreedores garantizados serían recompensados en su totalidad, ya sea mediante pagos en efectivo o conversiones de capital.
Esperemos al 7 de setiembre, en que el tribunal dará su opinión.