Gracias a la desregulación, afirman que los pasajes aéreos empezaron a bajar
El nuevo Gobierno quiere impulsar una política de Cielos Abiertos, que según algunos medios y expertos, ya empieza a mostrar sus primeros beneficios.
Más allá de las ideologías de turno, la Argentina es un país que tiene una realidad que se traduce con un enorme déficit en conectividad aérea y muy poca oferta. Es por estos motivos que el octavo país más extenso del planeta es también él que tiene una de las tasas de viajes por avión por persona y por año más bajas en las Américas. Cualquier iniciativa para paliar esta situación y para hacer bajar los precios de los pasajes es entonces bienvenida.
En su conferencia de prensa diaria, Manuel Adorni se refirió el miércoles a la política de Cielos Abiertos que defiende el nuevo Gobierno. Criticó la política de Cielos Cerrados de la gestión anterior, destinada a “proteger a Aerolíneas Argentinas y a determinado sector sindical”. Subrayó también que “obliga a muchos a pagar mucho más caro un pasaje, de lo que debería haber abonado”.
En su discurso, defendió el DNU que promueve la libre empresa también el sector aerocomercial e incentiva a las inversiones extranjeras, tal como ocurrió durante el Gobierno de Mauricio Macri, cuando se llevó a cabo una política similar.
Aunque solo pasaron unas pocas semanas desde la alternancia política, algunos ya quieren ver que los cambios empezaron a traer sus primeros frutos. Tanto analistas como medios subrayaron el ejemplo de la llegada de Flybondi a Mar del Plata, con vuelos cuyos precios son inferiores a los de los buses: AR$ 26.000 por el aire contra hasta AR$ 45.000 por carretera. Aquellas voces quieren ver en este primer caso un ejemplo de beneficios que aporta el fin de las regulaciones excesivas que marcan la economía del país desde hace décadas.