Una primera quincena mejor de lo esperado en Bariloche
Con un turismo más bien “gasolero”, la ciudad registró una ocupación hotelera del 70 %, superior a los pronósticos.
Tal como se esperaba, los primeros datos del verano son inferiores a los del año pasado, aunque no son tan malos como se temía. Bariloche logró alcanzar un 70 % de ocupación hotelera para la primera quincena, según informó su Observatorio Provincial de Turismo. Llegaron 65.014 pasajeros, una cifra que “indica un inicio de temporada prometedor respecto al contexto socioeconómico que atraviesa el país”, tal como lo comunicó el organismo.
Sergio Herrero, el secretario de Turismo de Bariloche, declaró a medios locales que se trata de “una primera quincena con unas expectativas que superaron lo que esperábamos”. Sin embargo, es un dato muy inferior al 85 % que se había alcanzado durante la primera quincena de 2023. Y los profesionales del sector están muy preocupados, porque al mismo tiempo, los turistas cambiaron notablemente su comportamiento. Achicaron a la vez sus gastos y sus estadías.
El presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, Néstor Denoya, confirma que “el consumo es muy bajo. Y quizás se resume a una o dos salidas al restaurante”. Muchos turistas optan por alquilar un departamento para poder cocinar ellos mismos y evitar gastos adicionales. Sergio Herrero reconoció que “la gente cuida el dinero y todos lo cuidamos, porque no sabemos qué es lo que va a pasar el mes que viene”.
El turismo es más gasolero que nunca este verano en Bariloche, aunque no se trata de un fenómeno nuevo, como lo reconoce el mismo funcionario: “se ve ya desde hace un tiempo, desde que llegaron a Bariloche las líneas aéreas low cost. La gente llega con menos presupuesto y por menos días. Es un tipo de viajero que no sacrifica sus vacaciones y viene igual, pero busca opciones gratuitas o más baratas”.
También se nota para esta temporada una mayor proporción de reservas de último momento y más gente que de costumbre en los cámpings. Finalmente, el Observatorio indicó que se frenó la llegada de extranjeros, ya que desde el sinceramiento económico a nivel nacional, la Argentina dejó de ser tan ventajosa para los limítrofes. Néstor Denoya precisa en relación a este tema que “cuando el dólar oficial crece tanto, nosotros también tenemos inflación en dólares y la ciudad deja de ser competitiva. Si bien por la calle se ven patentes chilenas, uruguayas o brasileñas, pensábamos que esa afluencia iba a ser más grande”.