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Menos turistas pero gastos más consecuentes

La CAME aportó unos datos concretos muy esperados para analizar la frecuentación turística durante el mes de enero. Permiten apreciar la real dimensión del impacto de la actual crisis sobre el sector, en los destinos nacionales. 

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa publicó un informe que es una fotografía real del turismo nacional para el mes de enero y el periodo de las fiestas de fin de año de 2023. Muestra una clara grieta entre un norte “golpeado” y una Patagonia “potente”. El documento indica al mismo tiempo que hay menos turistas, pero que su gasto real (corrigiendo los efectos de la inflación) es más elevado que para el verano 2023. 

A nivel nacional, se registró un 16,8 % menos de turistas que durante el mismo periodo de 2022-2023. La falta de argentinos fue compensada en algunos destinos -principalmente en el sur- por la llegada de extranjeros. El gasto turístico, por su parte, viene creciendo, con un +6,4 % en términos reales. 

Varias universidades habían realizado encuestas a fines del año pasado y coincidían en indicar que más de la mitad de los argentinos no iban a poder vacacionar fuera de su casa este año. Si bien es una proporción similar a la de veranos anteriores, se sumaron más factores de desaliento, como inundaciones, tormentas extremas, y sobre todo la maldita inflación. Algunas franjas de la población mencionan también el fin del PreViaje como freno al desarrollo del turismo; aunque este programa estaba destinado a apuntalar las temporadas bajas y no el verano (a excepción de la primera fase, luego de los largos encierros del 2020). 

Entre el 15 de diciembre de 2023 y el 31 de enero de este año se realizaron 17 millones de viajes en el país, que tuvieron un impacto económico de AR$ 2.800 millones, según el mismo informe de CAME. El gasto diario por turista se elevó a un promedio de AR$ 40.823 (+ 31,4 % en relación a la temporada de verano anterior). Si se calcula el impacto en precios reales, el incremento fue de + 6,4 %. Se trata de un incremento apuntalado principalmente por los turistas extranjeros, aunque el país no volvió a recuperar todavía sus niveles de 2019 como plaza receptiva internacional. 

Durante las dos primeras semanas de enero, la Secretaría de Turismo de la Nación  registró unos 460.000 ingresos de extranjeros. Es un 33,5 % más que durante la primera quincena de 2023. Su gasto total fue estimado en unos US$ 312 millones.

La CAME comunicó además que la estadía media en lo que va de la temporada fue de 4 días (había sido de 4,3 días en la temporada 2023). El turista argentino redujo su tiempo de permanencia en destino para achicar gastos. Otro dato importante que se desprende del informe es que la segunda quincena de enero resultó mejor que la primera para la mayoría de los destinos, aunque no fue suficiente para recuperar lo perdido en diciembre y los primeros días del año. Por este motivo, muchos prestadores y destinos lanzaron descuentos y promociones que tratan de mitigar unos precios que resultan inalcanzables para una gran mayoría. En la Patagonia, donde se registraron las estadías más largas, muchas ciudades gozaron de una ocupación superior al 90 %. El Norte no tuvo la misma suerte y su turismo perdió un 30 % de su afluencia en relación con el verano pasado. 

Los resultados de algunos destinos importantes

En la Provincia de Buenos Aires, el destino más elegido por el turista nacional fue el Partido de la Costa, que alcanzó una ocupación de poco más del 70 %. Se notó una baja en los consumos y en las estadías.  En la Ciudad de Buenos Aires, la CAME indica que “después de un 2023 récord en materia de turismo, la ciudad tuvo sus altibajos en el verano. Con poco turismo nacional y mucho turismo internacional, la ocupación rondó el 70%. Se vieron visitantes de todas las nacionalidades recorriendo los barrios de Buenos Aires, con los bares colmados en las zonas más pintorescas. La oferta de actividades fue amplia como siempre, con propuestas para todos los gustos y que estuvieron cubiertas a pleno”.

En Córdoba, se notó un repunte durante la segunda quincena de enero y algunos picos de afluencia los fines de semana. El segmento más alto es el que menos sufrió de la merma de visitantes mientras que los alojamientos de baja categoría registraron las tasas más bajas.

En Entre Ríos, una provincia que vivió a pleno el boom del turismo de supermercado el año pasado por la distorsión cambiaria, las crecidas de los ríos perturbaron las llegadas y se notó un repunte recién a  partir de la segunda quincena. La ocupación promedio rondó el 55 %.

Neuquén fue una de las estrellas de enero, con un 90 % de ocupación en San Martín de los Andes y Villa La Angostura; a pesar de la menor presencia de chilenos. En la vecina provincia de Río Negro, Bariloche también se destacó una vez más, con más del 85 %. 

Salta, al contrario, vive “una temporada más baja que lo usual. La provincia apostó al turismo regional y de cercanía, ubicándose entre los principales destinos entre quienes vacacionan por el norte del país. La ocupación hotelera apenas superó el 50 %”, indica la CAME.

Finalmente, Ushuaia fue “una de las pocas ciudades del país que a fines de enero pudo decir que tuvo una buena temporada”, con un nivel de ocupación superior al 90 %. 

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