No se pierden las mañas…
El Gobierno sumó dos tasas que podrían repercutir en el precio de los pasajes para viajar al exterior. Se trata de incrementos en las tasas de protección al vuelo en ruta y apoyo al aterrizaje.
A nivel global, la Argentina es uno de los países que tienen la mayor proporción de impuestos en la composición del precio final que paga un viajero. Ostenta además el triste récord de la mayor presión fiscal en América Latina sobre este sector. En 2023, la carga tributaria era de más del 110 % del precio fijado por la aerolínea (a título de comparación era sólo del 18 % en Perú y menos del 2 % en Paraguay).
El Gobierno anunció ayer una suba del 22,3 % en la “tasa de protección al vuelo en ruta” y en la “tasa de apoyo al aterrizaje”, para vuelos internacionales, con efecto inmediato. Esta nueva carga tributaria fue fijada por la resolución 208 de la ANAC, publicada en el Boletín Oficial. Además, se advirtió que este ajuste es “parte de una primera etapa en una recomposición tarifaria”.
La interventora de la ANAC, María Julia Cordero, justificó por medio de un comunicado que “los importes de las Tasas de Protección al Vuelo en Ruta y Apoyo al Aterrizaje, por los que se retribuye la prestación de los Servicios de Tránsito Aéreo, se encuentran por debajo de los valores regionales”. Estos aranceles no habían sido actualizados desde 2018, según la funcionaria.
Son tasas cobradas a las empresas aéreas por los servicios operativos que reciben en aeropuertos. Cada compañía podrá decidir luego si traslada o no el incremento al precio final del pasaje. En caso de hacerlo, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA – el organismo que recibe esta recaudación) estima que no debería superar 80 centavos de dólar por pasaje.
