Los líquidos, de nuevo en la mira de la seguridad en aeropuertos europeos
Desde principios de 2024, los pasajeros de los aeropuertos equipados con los nuevos escáneres C3 pueden pasar los controles de seguridad sin restricciones de líquidos. La Comisión Europea reintroduce temporalmente las limitaciones a 100 ml por botella a partir del 1˚ de septiembre.
A partir de los años 2000, los viajeros se acostumbraron a medidas cada vez más restrictivas en los procesos de controles de seguridad de los aeropuertos: descartar envases grandes, colocar recipientes de líquidos de hasta 100 ml en bolsas de plástico, separar computadoras y tabletas de los bolsos, etc. Sin embargo, en los últimos meses unas de esas medidas habían sido suavizadas, gracias a la incorporación de escáneres C3 en algunos aeropuertos de la Unión Europea.
Son máquinas similares a las que se utilizan en los hospitales para efectuar exámenes. Proporcionan una vista en 3D del equipaje, ofreciendo una detección completa de sus contenidos y pudiendo detectar explosivos. Es un real beneficio para los pasajeros, que ya no tienen que vaciar sus carry-on y sus bolsos. Se gana además un tiempo valioso en los procesos de controles.
Los C3 son utilizados por muchos aeropuertos europeos, como París-Orly y París-CDG, Fráncfort, Múnich, Ámsterdam, Malta, Roma-Fiumicino, Estocolmo-Arlanda, Dublín, Madrid, Barcelona o Zúrich. Mientras que en Copenhague, Viena o Ginebra, serán incorporados a partir de 2026.
Sin embargo, a partir del 1˚ de septiembre se volverá a imponer la “regla de los 100 ml”. El C3 mostró “deficiencias en la detección de explosivos”. Esta tecnología deberá entonces ser revisada “para mejorar sus prestaciones”, señala la Comisión Europea. El documento precisa que la limitación de líquidos podrá levantarse de nuevo cuando el escáner C3 vuelva a cumplir con las “normas de detección exigidas”, luego de ser actualizado y potenciado.
Aunque se haya separado de la Unión Europea, el Reino Unido también adoptó la medida y fue incluso el primero en reintroducirla, durante el pasado mes de junio. Las autoridades aeroportuarias observaron “deficiencias en la detección del volumen de los líquidos”.
