Ahora la amenaza se llama Ernesto
Las tormentas tropicales se suceden a toda velocidad en la región del Caribe. Después de haber bordeado varias islas de las Pequeñas Antillas y afectado Puerto Rico, Ernesto sigue siendo monitoreado a medida que gana en intensidad y avanza hacia las Bermudas.
Aunque lo peor haya pasado, las alertas siguen en pie en varias islas y especialmente en Puerto Rico, luego del paso de Ernesto ayer y el martes. En las Islas Vírgenes Británicas, por ejemplo, seguía vigente una vigilancia de huracán, aunque el foco de la tormenta se aleje en dirección al norte. En Guadalupe, las comunicaciones y los transportes todavía estaban limitados ayer.
La tormenta tropical Ernesto, que se estaba potenciando ayer y anoche, causó muchos temores en Puerto Rico, cuando abordó la región oriental de la isla con vientos de más de 110 km/h. El Centro Nacional de Huracanes en Miami estimó que la tormenta se convirtió en huracán el miércoles durante la mañana. Se desplaza actualmente por aguas abiertas en el Atlántico y llegaría a las Bermudas el sábado. En ese momento, podría ser convertirse en una gran tormenta de categoría 3.
Aunque su trayectoria esté alejada de las costas, los meteorólogos advierten sobre peligros de fuertes marejadas a lo largo de la costa este de Florida, Georgia y las Carolinas, en Estados Unidos. También hay alertas generadas por intensas lluvias, que provocan inundaciones y deslizamientos de terrenos. En Puerto Rico y las Islas Vírgenes cayeron hasta 250 mm en poco tiempo. En varias islas, se cortó el suministro eléctrico y la situación recordó el dramático paso de Maria en septiembre de 2017.
Ernesto es la quinta tormenta en recibir un nombre durante esta temporada de huracanes 2024 en el Atlántico. Los diversos centros de previsión meteorológica de Estados Unidos y de la región habían alertado sobre una frecuencia más elevada de tormentas tropicales, debido a las temperaturas récord de los océanos. Se anunciaron entre 17 y 25 tormentas con nombre, de las cuales entre cuatro y siete podrían llegar a ser grandes huracanes de categoría 3 o superior.