¿Qué pasó con el combustible para aviones en Colombia? 

Las aerolíneas y el Gobierno Nacional dieron cada uno su versión de los hechos. Lo cierto es que el transporte aéreo fue perturbado durante los días pasados por la falta de carburante, aunque las compañías indicaron que se volvió a la normalidad.

Las compañías aéreas anunciaron el lunes y martes la normalización y reanudación del tráfico en Colombia, tras la cancelación de decenas de vuelos debido a escasas reservas de combustible. Es un hecho que surgió la semana pasada y todavía el sector privado  y el Gobierno de Gustavo Petro se culpan mutuamente por lo acontecido. Los pasajeros y usuarios pueden acercarse con tranquilidad a los aeropuertos del país andino. Tanto Latam como Avianca comunicaron que fueron informadas por el proveedor de combustible Jet A1 de que se ha restablecido el suministro.

“Latam Airlines contará con el combustible necesario para operar con normalidad”, dijo la aerolínea en un comunicado, pocas horas después de anunciar la cancelación de decenas de vuelos el martes por “restricciones de suministro” en algunos aeropuertos. Al mismo tiempo, la mayor aerolínea del país, Avianca, “reabre todos sus destinos a la venta y mantiene las rutas”. El sitio FlightAware informó el lunes de que se habían suspendido vuelos de la compañía colombiana entre Bogotá y Sao Paulo, Santiago de Chile, Ciudad de México y Cancún. 

Los ministros de Transporte y Energía también dijeron que el tráfico de Avianca y Latam se estaba reanudando con normalidad. Pero el Gobierno negó que hubo desabastecimiento y acusó a Terpel, principal comercializadora colombiana de parafina, de no satisfacer las necesidades de las aerolíneas “pese a disponer del combustible necesario”. La autoridad aeroportuaria Aerocivil se hizo eco de los voceros gubernamentales y aseguró que “el suministro de combustible de aviación es suficiente”. Amenazó incluso días atrás que “no se aceptarán cancelaciones de vuelos atribuidas a esta circunstancia”. El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, se involucró en este asunto y culpó directamente a Terpel, propiedad de la petrolera chilena Copec. Comunicó en sus redes sociales: “Las cantidades de gasolina se han entregado adecuadamente y no hay razón para que haya desabastecimiento en el mercado. Terpel, que ha recibido suficiente gasolina, no ha entregado los pedidos de las aerolíneas”. El mandatario pide que los reguladores realicen investigaciones.

Por su parte, Terpel dijo que las deficiencias en la refinería de Cartagena (Reficar), cuya matriz es la petrolera estatal Ecopetrol, eran las responsables de la situación. Forbes replicó declaraciones del presidente de esta empresa pública, Ricardo Roa, quien dijo que la planta cumple con sus obligaciones contractuales e importó 100.000 barriles de hidrocarburo. Comentó que “estamos asegurando que para agosto se va a cumplir en un 96 % la disponibilidad de este combustible, de acuerdo a las obligaciones y compromisos que actualmente tiene establecidos Ecopetrol con los distribuidores mayoristas. No ha habido desde Ecopetrol un incumplimiento”.

Estas declaraciones oficiales contrastan con las alertas de Latam, que avisó el pasado domingo 25 que el combustible JET A1 “se agotó en los aeropuertos de Leticia, Montería y Bucaramanga”, y se había reducido a “niveles críticos en Bogotá”. LA IATA respalda las empresas y envío una carta a la ministra colombiana de Transporte para expresar su preocupación por el desabastecimiento de combustible que varía dependiendo de cada aeropuerto y de cada comercializador: “Es indispensable tener en cuenta que el reglamento del aire colombiano exige el cumplimiento de unos mínimos de combustible a bordo, que garanticen la seguridad de los vuelos”.