“La sustentabilidad del turismo es ineludible”

Rèport News charló con Jorge Moller y Estefanía del Azar, respectivamente director para América Latina y Communications Manager del Global Sustainable Tourism Council (GSTC), en el marco de la feria Hotelga. 

¿Qué vinieron a comunicar en esta feria muy convocante para el sector del turismo y la hospitalidad?

JM: El GSTC es una organización global. Estamos en más de 108 países en todo el mundo y nuestra responsabilidad es aportar sustentabilidad, criterios, medición, capacitación y todas las herramientas que puedan ser útiles para avanzar en las distintas áreas de la industria hacia la sostenibilidad. Vinimos a Hotelga porque entre nuestros miembros está Hoteles Más Verdes. Avalamos y respaldamos su acción y queremos motivar a la  Argentina, como país, para que avance en la hotelería, la gastronomía, la turoperación, el manejo de destinos, y el manejo de atractivos, con criterios de sustentabilidad. 

¿Cómo definen la sustentabilidad?

JM: Nos enseñaban, cuando éramos más jóvenes, que el turismo es la industria sin chimeneas. Es una falacia. En el turismo tenemos unas chimeneas gigantes, y no las queremos o no sabemos ver. El humo nuestro es invisible, se llama gas de efecto invernadero, gentrificación y una serie de otras cosas más. Cuando el turismo no está bien manejado, hace tanto daño como la industria que sí tiene chimeneas. Por lo tanto, debemos actuar. Es lo que vinimos a charlar. La sustentabilidad es casi ineludible, están los días contados por razones muy simples: el planeta ya no resiste más. Los informes nos dicen que necesitamos 1,7 planetas por año, para seguir con el sistema de vida que tenemos. 

De ahí nace también el concepto del turismo regenerativo, que también está contemplado dentro de nuestros criterios. Muchas de las acciones que sugerimos tienen esta mirada regenerativa.

¿La sustentabilidad sigue siendo evaluada como antagónica a la rentabilidad? 

JM: Muchos de los que prestamos un servicio, no queremos asumir, el costo que este servicio tiene. Y al final, ese costo es un pasivo que le dejamos al planeta. Entonces generamos negocios que son rentables para nosotros, pero dejan una línea de crédito gigantesca para el planeta. Entonces, no se trata de una rentabilidad verdadera y sustentable en el tiempo. Si yo no paro de ganar mientras el planeta se sigue destruyendo, no hay una real rentabilidad. Consideramos que es un deber -y no una opción- hacer las cosas bien. Al mismo tiempo, no hay que dejarse atrapar por “la psicosis de la sustentabilidad”. Es más bien cuestión de ser conscientes que ese pasivo que le entregamos al planeta es impresentable. Ahora, a diferencia del pasado, estamos conscientes de esto. Existen  informes. No se trata de una sensación. Entonces, si queremos tener rentabilidad, que sea real, o sea, que logre que vivamos en equilibrio con nuestro planeta y pensemos en la rentabilidad que dejaremos a nuestros nietos. 

Somos de los pocos animales en el planeta que destruimos donde vivimos. Opino que la rentabilidad debiera medirse no tanto por mi utilidad, sino que por la utilidad de todos, incluyendo al planeta y todo el entorno. Uno de los mensajes que queremos difundir es hacer entender que la sustentabilidad va más allá de los dos tachitos de basura reciclable. 

¿Vinieron también para hablar de la sustentabilidad invisible, esa que tiene que ver con lo social? 

JM: Totalmente. Estamos aquí para ayudar en difundir buenas prácticas de gobernanza. Puedo medir cuántos tachos de basura salen para allá, qué hago con mi agua usada, pero es mucho más desafiante alcanzar una sustentabilidad social. Son temas en relación con la inmigración, el género, las oportunidades de capacitación, los sueldos, los buenos contratos, etc. 

¿Cómo evalúa el GSTC el trabajo realizado por Hoteles más Verdes? 

EDA: Cuando un hotel obtiene un certificado de sustentabilidad, su aporte es doble: hay un cambio de paradigma para la empresa, pero también en el viajero. El viajero es consciente de lo que está pasando en el medioambiente, de lo que está pasando en el planeta. Le preocupa y demanda esas prácticas sustentables. Al final, un gran porcentaje quiere viajar de manera sostenible.

Ahora, un hotel que no esté certificado en sustentabilidad, va perdiendo cuotas de mercado. El precio no lo es todo. Como viajera consciente, por ejemplo, si sé que mi hotel es certificado y sustentable, no me importa pagar más. Porque sé que lo está haciendo bien. Como viajeros también tenemos el poder de premiar y elegir. Y así lo ejercitamos. Hoteles más Verdes es importante, porque en muchos casos, los establecimientos tienen buenas prácticas, pero no lo comunican. El viajero no lo sabe, hasta que una certificación pueda dar más visibilidad. 

¿La Argentina como destino va por el buen camino de la sustentabilidad hotelera? 

JM: Siempre hemos visto que los viajeros en la Argentina son muy nacionalistas, y aman mucho a su patria, les gusta su comida, sus paisajes, hablan muy en propio de todo esto. Y yo creo que es una buena base para la sustentabilidad. Se acopla muy bien a esta revindicación de lo “nuestro”, de cuidar. Así que si primero lo impulsan los argentinos, luego lo harán los extranjeros. Recordemos que la sustentabilidad siempre parte la gente local.