Tres creencias falsas sobre Cuba

Los requisitos de entrada, dificultades de comunicación y manejo del dinero suelen ser los miedos más comunes de los viajeros y las agencias al hablar de Cuba. Cielos Abiertos y The Travel Planner desmienten tres creencias frecuentes al respecto y presentan una alternativa interesante en el destino.

Su amplia y agitada historia, sus alabadas playas y reconocida cultura han convertido Cuba en una alternativa de viaje interesante para gran parte de los viajeros latinos. Entre ellos, los argentinos son los más numerosos desde hace muchos años. Sin embargo, algunas creencias de larga data sobre la isla han actuado como disuasivos para muchos. Cielos Abiertos y The Travel Planner aclaran tres puntos que suelen generar preguntas frecuentes en las agencias.

En Cuba sellan el pasaporte – ¡falso!

La primera falsa idea que tienen los viajeros es que, si viajan a Cuba, ya no los dejarán entrar a Estados Unidos por tener el sello cubano en el pasaporte. Sin embargo, desde 2022, el gobierno cubano anuló el uso del sello en migraciones y se reemplazó con una tarjeta de turismo. Esta tarjeta de turismo tiene una validez de 30 días, requiere una información básica del viajero y cuenta con dos desprendibles: uno se entrega a la entrada y otro a la salida. Por lo tanto, las agencias deben recomendarle su cuidado a sus viajeros para evitar procesos adicionales.

Las agencias de viajes la pueden vender o también se puede adquirir en el aeropuerto; sin embargo, resulta más económico por el cliente adquirirla antes del viaje con su agencia. El segundo requisito para el ingreso es rellenar un formulario de viajes por internet con toda la información de su programa de viaje; se puede hacer hasta tres días previo a la salida.

En Cuba no reciben dólares – ¡falso!

Otra idea falsa que suele asustar a los viajeros. Cuba acepta dólares, euros y otras 20 monedas del mundo. Sin embargo, la recomendación es llevar dólares, euros o tarjeta de crédito. La moneda local es el peso cubano (CUP) (El CUC, la antigua moneda de turistas, se eliminó tras la pandemia) y cada dólar equivale, según la tasa del día, a 24 CUP. El cambio se puede hacer en cualquier casa oficial, tanto el aeropuerto como en los hoteles; o también es posible comprar una tarjeta magnética, una tarjeta prepago, que se recarga con el valor que considera va a gastar el turista y es recibido en cualquier establecimiento en la isla para quienes no les gusta andar con efectivo.

También se aceptan tarjetas de crédito en, prácticamente, todos los establecimientos, a excepción de las emitidas por bancos americanos (como American Express). ¿Y cuánto llevar? Cuando el viajero no está en un all inclusive, se recomienda alrededor de US$ 50 por día.

En Cuba no hay internet – ¡falso!

Prácticamente, todos los hoteles de la isla ofrecen internet de alta velocidad al que se pueden conectar los viajeros para mandar un correo o atender una videoconferencia. Y si el pasajero quiere estar aún más conectado, puede adquirir una tarjeta SIM (física, no digital) con validez desde ocho días. Se puede gestionar en a página de ETECSA previo al viaje o comprar en el aeropuerto directamente. Los precios son competitivos frente a otros destinos del mundo.

Cuba, un destino para eventos – ¡verdadero!

La isla es conocida como un destino de playa, de cultura e historia, pero muchos todavía no la conocen como un destino de eventos. Su propuesta de valor es muy competitiva. Los mayoristas recuerdan que la isla tiene alrededor de 280 playas, más de 4.000 cayos y una infraestructura hotelera de alto nivel para atender bodas, lunas de miel, grupos de estudiantes, convenciones, viajes de incentivos y más.

Los viajeros pueden ir más allá de La Habana y Varadero —dos destinos excelentes para el turismo MICE— y pueden decantarse por alguno de los diferentes cayos o ciudades históricas, especialmente Cayo Santa María y Santa Clara, disponibles en el portafolio de Cielos Abiertos y que cuentan con tarifas para todos los gustos y presupuestos. La isla tiene una infraestructura robusta cuando se habla de lugares para eventos, tarifas competitivas en el mercado, playas libres de sargazo y un sinnúmero de actividades para complementar la visita.