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Dólar barato + viajes al exterior, la ecuación del momento

Los economistas estima que la demanda de divisas de parte del turismo emisivo nacional alcanzará un total de US$ 7.500 millones para este año 2024. 

Se comprobó a lo largo de cuatro días en los pabellones internacionales de FIT 2024: el turismo argentino hacia el exterior está viviendo una fiesta y pasa por uno de los mejores momentos de su historia. Los destinos nacionales no viven desgraciadamente la misma realidad y están doblemente penalizados: el dólar barato lleva a los turistas hacia el exterior, y los altos precios internos alejan a los extranjeros. Luego de una temporada de invierno mediocre se viene un verano preocupante para muchos destinos nacionales. Es dramático en muchos de esos lugares, que dependen en gran parte del turismo para sostener su actividad privada. El sector, que tiene la capacidad para generar un 10 % de la economía nacional, crea actualmente tan solo el 7 % de las fuentes de trabajo “en blanco” (con una tendencia negativa del 2,2 % desde principios del  año). 

Por su parte, el emisivo internacional no podía pedir mejores condiciones: un dólar paralelo (o Blue) que no para de bajar, una competitividad que juega en contra de los destinos nacionales y el anuncio de la quita de un impuesto cuestionado a partir de enero de 2025. La Argentina es históricamente un país en el cual el emisivo siempre superó el receptivo, en cantidades de viajeros, pero también en relación con la balanza turística. Incluso durante el 2023 -cuando el país se convirtió en un destino masivo de turismo de compras para cientos de miles de limítrofes-, no se llegó a terminar con la racha de cifras en rojo. 

Durante el primer semestre de esta año, los argentinos gastaron unos US$ 3.900 millones en el extranjero. Con menos receptivo internacional, la balanza marcó un notable saldo negativo, que alcanzó los US$ 1.400 millones. En vista al nivel de reservas ya realizadas y proyecciones para lo que queda del año, la Fundación Mediterránea estima que “la demanda de dólares por turismo emisivo del 2024 se acercará a US$ 7.500 millones”. El saldo negativo de la balanza turística llegaría por su parte a unos US$ 2.700 millones (dejando esperar así ingresos totales de US$ 4.800 millones).

En ciertas temporadas en el pasado, la relación entre los argentinos que viajaron al exterior y los extranjeros que vinieron al país llegó a 2-1. La Fundación Mediterránea indica que actualmente no se llega a tal extremo y que esta relación se ubicó en un 1,37 a lo largo del invierno. Es una cifra similar a la del 2019, un año que arrojó un déficit de US$ 2.600 millones en las cuentas del turismo. 

Otro dato que es importante analizar viene de la consultora Invecq. Indica que durante el primer trimestre, los argentinos gastaron US$ 480 millones por mes en concepto de viajes en el exterior. A partir de abril, esta suma creció un 50 % y trepó a US$ 720 millones mensuales. Al mismo tiempo, los ingresos bajaron, pasando de un promedio de US$ 240 millones mensuales durante el primer trimestre a US$ 195, entre abril y agosto. 

El desequilibrio de las cuentas del turismo podría agravarse mucho más durante el primer trimestre de 2025. La temporada alta de verano concentra buena parte de los viajes al exterior de los residentes en el país. Se conjugará en ese caso con el fin anunciado del Impuesto PAIS. Desde Invecq anticipan que el egreso neto de divisas el año próximo podría asemejarse al de 2017, cuando se llegó a un récord de US$ 10.700 millones. 

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