Sugieren que los fines de semana XL se reemplacen por turismo receptivo
Un polémico informe de la UADE sugiere que hay que reducir los fines de semana largos porque el impulso que le dan al turismo interno no llega a compensar las pérdidas netas que generan en la economía.
El informe preparado por la Universidad Argentina de la Empresa calculó que durante los cinco fines de semana largos de este año, la economía nacional perdió aproximadamente US$ 2.600 millones en términos de Producto Bruto Interno (PBI). Esta cifra equivale a tres días de producción anual. Los autores del estudio reconocen que aunque el turismo interno genera ingresos durante estos periodos, la paralización de fábricas, la industria, la construcción y otros sectores clave produce pérdidas considerables. Sus autores afirman así que los fines de semana largos no compensan las pérdidas económicas generadas por la interrupción de actividades en sectores productivos, incluidos servicios esenciales como la educación y la salud.
El informe reconoce que muchos lugares en el país necesitan estos fines de semana largos para poder justamente equilibrar y dinamizar sus economías en el ámbito local. Pero prefiere hacer foco en los altos costos de los viajes internos. El Instituto de Economía (INECO) de la UADE elabora un Índice de Poder de Viaje (IPV); y sus cálculos demuestran que una familia tipo necesita alrededor de AR$ 1.300.000 para viajar un fin de semana en un destino popular y económico como Mar del Plata o Iguazú. Cuando se quiere viajar a un destino más caro, como Bariloche, se necesita un presupuesto de por lo menos AR$ 1.900.000. El mismo IPV menciona que estos montos, combinados con la pérdida del 7 % en el salario real de los argentinos desde 2023, forman un “impedimento” para que las familias puedan disfrutar de estos fines de semana largos.
“Dadas estas condiciones económicas, tener una cantidad elevada de fines de semana largo puede perjudicar a la actividad turística. Con 6 opciones de fines de semana largo durante todo el año, parece difícil que una familia tipo pueda viajar, aunque sea un solo finde largo, ya que debería ahorrar durante todo el año un sueldo entero o más para poder realizar un viaje dentro del país. Esto afectaría, al menos en un principio, a los principales destinos turísticos del país. La demanda turística se esparce y no se concentra”, señala el informe.
El documento presenta cuatro propuestas principales para reformar la política de fines de semana largos y fomentar un turismo que consideran “más sustentable y beneficioso para la economía”:
– Reducción de los feriados puente: para concentrar el turismo en temporadas tradicionales, como Carnaval y Semana Santa, y evitar interrupciones en la producción.
– Posicionar a Argentina como destino turístico internacional: mejorando la infraestructura y los servicios turísticos para atraer a más extranjeros, generando así divisas.
– Reducción de costos de traslado y alojamiento: profundizando la desregulación del transporte de corta y larga distancia para abaratar los viajes y facilitar el acceso a destinos turísticos, tanto por tierra como por aire.
– Facilitar el acceso a un tipo de cambio favorable: ofrecer cuentas financieras que permitan acceder a un tipo de cambio beneficioso para turistas extranjeros, mientras se avanza hacia la eliminación del cepo cambiario.
Va sin decir que desde ayer, y su difusión en los medios, este informe generó muchos comentarios y recibió una avalancha de críticas; sobre todo en un contexto de resultados negativos para el turismo interno. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) calculó que este año el turismo nacional cayó un 13,7 % en verano y un 11,9 % en invierno en comparación con el año anterior. Además, la UADE alerta que la recuperación del sector pasa más bien por una ola de viajes al exterior, por factores de costos, de competitividad y de flexibilización del cepo cambiario.