Debido a la devaluación, Brasil está más cerca para los argentinos
Las consultas en las agencias van creciendo y las ventas se aceleran a medida que el real va cayendo frente al dólar. Es la cereza sobre el postre de una temporada que ya se anunciaba con los mejores auspicios.
La política interna de Brasil desde el regreso de Lula al poder y el contexto internacional son las dos razones que explican la importante pérdida de valor que tuvo el real durante este año. Y los analistas esperan que esta tendencia se vaya a reforzar a partir de ahora con la elección de Donald Trump en Estados Unidos. La debilidad de la moneda del país vecino no es una mala noticia para los argentinos que acceden a productos Made in Brasil más cómodamente. Y esto vale tanto para los autos como para bienes de consumo más masivo o alimentos. Pero en vísperas de una nueva temporada de verano, es sobre todo un potente motor para facilitar la llegada de los vacacionistas argentinos hacia las playas brasileñas.
Con un dólar que ya cotiza más de 5,7 reales, las agencias de todo el país registran una intensificación de las consultas y de las ventas hacia destinos del litoral brasileño. Esta actual situación está apuntalada además por la excelente conectividad que las aerolíneas han previsto a lo largo de toda la temporada hacia clásicos como Rio y Salvador y destinos nuevos en el nordeste.
El boom de consultas viene parejo en todo el país y no solo en Córdoba y el Litoral, grandes emisores de turistas hacia Brasil por vía terrestre cada verano. Desde la Asociación Santafesina y Entrerriana de Agencias de Viajes y Turismo (Aseavyt) comentan que “Brasil va a andar muy bien, teniendo en cuenta que el dólar en la Argentina se ha devaluado y en Brasil pasa lo mismo con el real. Las consultas se han multiplicado”. La misma tendencia se registró en las OTAs que indican además que la atención de sus clientes se focaliza principalmente sobre Rio y Florianópolis que volverán a vivir una gran temporada albiceleste.
Influyen además otros factores: el año pasado el precio del combustible en Brasil era el doble que en la Argentina. Ahora la diferencia es de solo 30 %. Al mismo tiempo, a pesar de su devaluación, Brasil mantiene una inflación baja y muestra una gran transparencia de precios, publicando tarifas con mucha anticipación.