Aerolíneas Argentinas terminó su conflicto gremial

La empresa comunicó ayer que “cerró el conflicto con los gremios, con importantes avances que mejorarán la productividad de la compañía y limitarán los beneficios que se encontraban por fuera de los estándares de la industria”. 

Tal como lo anticipó Rèport News en su edición de ayer, terminó el conflicto gremial que puso en dificultad Aerolíneas Argentinas a lo largo de las últimas semanas y generó incontables trastornos y pérdidas para los pasajeros. La empresa difundió un comunicado por la tarde del jueves en el cual precisa: “Representantes de los gremios APLA (pilotos), AAA (tripulantes) y APA (rampa y check in) convalidaron modificaciones en convenios y formas de trabajo por una oferta salarial de un 16 %. En el caso del gremio APTA (mecánicos), que ya había aceptado la oferta salarial propuesta, se firmaron nuevas condiciones que permitirán cambios en plataforma y hangares que aumentarán significativamente la productividad. Muchas de estas restricciones estaban vigentes hace más de una década y tenían un impacto negativo en la eficiencia de la operación y en los resultados económicos de la compañía. Estos avances permiten garantizar un periodo de estabilidad en la programación que abarcará toda la temporada de verano”.

El gremio APLA tuvo una participación clave en el conflicto y las negociaciones al ser el más combativo de todos. Con el acuerdo firmado esta semana el personal jerárquico y los pilotos jubilados de la empresa perderán varios beneficios, como por ejemplo pasajes vacacionales confirmados en clase ejecutiva para ellos y sus familiares directos. El comunicado agrega que “en esta línea, tanto pilotos como tripulantes aceptaron reemplazar el traslado en remis por un esquema de viáticos que se implementará una vez finalizada la temporada alta de verano, e iniciarán su horario de trabajo una vez arribados a las terminales aeroportuarias y no durante su traslado, como era hasta ahora“.

“En relación a cambios relativos a la eficiencia y productividad de la empresa, los mecánicos y el personal de rampa podrán ser movidos entre hangares y líneas de trabajo de acuerdo a la necesidad de personal, un punto históricamente conflictivo. Por otro lado, el personal de check in levantó su bloqueo sobre las terminales de autoservicio y el sistema de despacho de equipaje automático, mientras que los tripulantes aceptaron que la compañía implemente un servicio de venta a bordo de productos. En esta serie de modificaciones se insertaron también incentivos orientados a aumentar las horas de vuelo de pilotos y tripulantes, quienes percibirán mejores salarios cuanto mayor sea su tiempo efectivo de operación”.

Las negociaciones también permitieron levantar una serie de restricciones defendidas por el gremio de pilotos, “que afectaban fuertemente la planificación de vuelos. Algunas de estas prácticas tenían más de una década de antigüedad y no había sido posible removerlas en todo este tiempo. En total, en términos de eficiencia, el conjunto de estas medidas aumentarán entre un 3% y 5% las horas mensuales voladas por la compañía”.

Desde principios de este año, la aerolínea redujo su déficit al 75 % (en comparación con 2023, cuando se perdieron US$ 390 millones). Gracias a las nuevas condiciones laborales que van a ser adoptadas en la empresa, se reafirma “el compromiso de avanzar hacia esquemas productivos más cercanos a los de la industria aerocomercial”.