La desregulación llegó a los Parques Nacionales
Para reducir precios y al mismo tiempo sumar transparencia y competencia entre prestadores privados, se eliminaron las trabas y los monopolios en las áreas que dependen de la APN.
Con el objetivo de abrir el juego a nuevos prestadores y reducir los costos para los visitantes, el Gobierno nacional anunció la desregulación del turismo en los 39 parques nacionales del país. Es una decisión que forma parte de la actual cruzada contra la excesiva regulación heredada de los Gobiernos anteriores. La medida fue publicada en el Boletín Oficial a través de las resoluciones 61/25 y 62/25, e incluye una simplificación administrativa para los prestadores turísticos.
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, explicó que la normativa busca revertir décadas de exclusividades y trámites que, según dijo, “transformaron bienes públicos en monopolios privados. El modelo del Estado presente fue tan letal, que transformó a algunos de estos tesoros naturales en espacios inaccesibles para la mayoría, como si ya no nos pertenecieran. Que una persona disfrute de un Parque Nacional no tiene prácticamente ningún costo para la sociedad. Por eso, lo lógico sería que el precio de acceder a él sea 0 o casi 0. Justamente bajo esa premisa se crearon los Parques Nacionales públicos: para que todos podamos usarlos y disfrutarlos. En Argentina la regulación ha generado locuras, pero pocas igualan lo que produjo en nuestros Parques Nacionales: transformar un bien público en un monopolio privado”.
Como ejemplo, mencionó la caminata sobre el Glaciar Perito Moreno, donde una sola empresa tiene la concesión y cobra casi US$ 400 por una excursión de cuatro horas. “Que una familia gaste 2.000 dólares en una actividad de medio día es inviable”, sostuvo.
El titular de la Administración de Parques Nacionales, Cristian Larsen, celebró la reforma y sostuvo que el nuevo esquema facilitará el ingreso de nuevos prestadores, manteniendo los estándares ambientales: “Queremos más turistas y más competencia, sin relajar el cuidado del entorno natural”.
Desde la Secretaría de Turismo, Daniel Scioli también expresó su apoyo a la medida, asegurando que busca “más oportunidades y mejores precios para los viajeros argentinos y extranjeros”.
Sin embargo, la medida no fue bien recibida por todos los actores del turismo. Los guías de turismo, por medio de distintas asociaciones, advirtieron que esta desregulación podría afectar la calidad del servicio y la protección del medioambiente. Al mismo tiempo, reconocen que hasta la actualidad la gran mayoría de los guías eran contratados como monotributistas por empresas concesionarias y que su empleo era sujeto a la temporalidad.
Cristian Larsen aseguró que la comparación con otros países demuestra el bajo nivel de aprovechamiento turístico de los parques en Argentina: “En Estados Unidos, con una población de 400 millones, 350 millones visitan sus parques nacionales cada año. En Argentina, solo 4 millones de personas lo hacen”. Para revertir esta situación, el Gobierno apuesta por reducir la burocracia y facilitar la entrada de nuevos actores, incluso en áreas que históricamente han estado dominadas por pocos prestadores. Sin embargo, el desafío será lograr ese objetivo sin afectar la calidad del servicio, los derechos laborales ni el frágil equilibrio ambiental de las áreas protegidas.