Turistas afuera y poca nieve, el combo 2025 que golpea la Cordillera
La temporada de invierno 2025 está dejando a los centros de esquí de los Andes argentinos en alerta por la escasa presencia de nieve, un factor crucial para este segmento turístico que afecta a Mendoza, Neuquén y Río Negro.
La falta de nieve es un tema recurrente cada invierno en Europa y algunos centros del sur de los Alpes ya anunciaron este año que no volverán a abrir y se convertirán en resorts de actividades al aire libre. Esta situación también afecta a los Andes y este año, la primera quincena de julio concluyó con poca nieve en varios de los grandes centros de esquí del país. El clima le juega una mala pasada a la temporada alta de invierno, al igual que el dólar, que empuja a los turistas a irse afuera y buscar sol en playas de Brasil y del Caribe en detrimento de los destinos nacionales y de nieve.
En Mendoza, la nevada de fines de junio no alcanzó para asegurar condiciones óptimas. Fuentes del Ente Mendoza Turismo indicaron que, aunque algunos hoteles de montaña presentan ocupaciones de hasta el 80 %, en la capital provincial el promedio es de tan sólo un 25 %. Las Leñas mantiene algunas pistas habilitadas, pero con muchas restricciones. Uno de los gerentes del complejo, Fernando Passano, explicó a la prensa en estos días que si bien las temperaturas nocturnas permiten fabricar nieve artificial, la cobertura es limitada.
En Los Puquios y Penitentes Park la situación es aún más crítica. Los medios mecánicos permanecen inhabilitados y los servicios se reducen a actividades alternativas como trineos con nieve artificial, telesillas recreativas y paseos con raquetas de nieve. El parque estará parcialmente operativo —con acceso general, estacionamiento, sanitarios y gastronomía— pero sin pistas de alto rendimiento.
Más al sur, en Neuquén y Río Negro, hubo copiosas precipitaciones, pero pocas rachas frías. Sin embargo, la segunda mitad del mes podría recuperarse ya que el Servicio Meteorológico Nacional pronostica varios días con nevadas de varios centímetros. En Río Negro se vive un inicio de temporada de invierno con escasas nevadas y temperaturas más cálidas de lo habitual en Bariloche y alrededores. Además, el otoño fue más bien cálido y retrasó las nevadas. La ola polar que cubrió el país a principios de julio provocó heladas inusuales y nevadas en zonas atípicas, pero generó al mismo tiempo trastornos en los accesos.
Los centros y los prestadores resisten a las condiciones adversas con actividades alternativas—trineos, trekking con raquetas, paseos escénicos— y esperan ahora que la segunda quincena sea más positiva, apostando al inicio de las vacaciones para Buenos Aires y la PBA, grandes emisores de visitantes a los centros de nieve de la Cordillera.