Una nueva etapa para Google de la mano de la IA
El gigante avanza con sus ambiciones para el negocio turístico con una estrategia basada en inteligencia artificial y alianzas globales. El grupo californiano está dando finalmente un paso decisivo para consolidarse como actor clave en la distribución turística mundial.
Tras años de explorar el sector sin confrontar directamente a gigantes como Booking.com (uno de sus principales competidores pero al mismo uno de sus anunciantes más rentables), Google inició una nueva etapa al integrar de manera plena la inteligencia artificial (IA) en su modelo de negocio para viajes. La ofensiva, liderada por Julie Farago, vicepresidenta de Tecnologías del Viaje de Google, marca una ruptura con la idea de que la empresa pudiera transformarse en una agencia de viajes tradicional. En lugar de competir frontalmente, la estrategia apunta a que Google opere como proveedor tecnológico central para las agencias y grandes actores del sector.
Una red de alianzas con los líderes mundiales del turismo
En este nuevo enfoque, Google trabaja de manera estrecha con compañías globales como Expedia, Marriott, IHG, Choice, Wyndham e incluso Booking.com, su histórico rival en la búsqueda online. La ambición es construir un sistema en el que la tecnología de Google funcione como una capa de IA que permita a cualquier agencia, tradicional u online, ofrecer al usuario las mejores opciones de manera fluida, independientemente de quién realice la venta final.
La compañía confirmó hace pocos días que completó el desarrollo de un programa de inteligencia artificial específicamente diseñado para reservar restaurantes, eventos y servicios de bienestar. Esta herramienta sienta las bases de un ecosistema donde Google actuaría como intermediario indispensable entre el cliente y los distintos prestadores turísticos.
Con este movimiento, el buscador se posiciona para controlar parte del proceso de decisión y compra turística sin convertirse formalmente en un intermediario más, una estrategia que el sector interpreta como un intento por orquestar el mercado desde la tecnología y no desde la competencia directa.
Un futuro de integración, no de confrontación
Aunque todavía no se conocen detalles sobre los modelos de pago o los protocolos de intercambio de información con los socios, la orientación estratégica es clara: Google busca evitar una guerra comercial con empresas que destinan miles de millones a publicidad en sus plataformas, apostando en cambio a un rol de “infraestructura tecnológica” para todo el ecosistema.
Esta redefinición del negocio combina IA avanzada, acuerdos globales y un rol cada vez más central en los procesos de búsqueda y reserva. Podría transformar la distribución turística mundial en los próximos años, consolidando a Google como un actor indispensable en la experiencia de viaje digital.
