Preocupa el estado de las rutas nacionales en vísperas de la temporada de verano
Con la llegada del verano y el aumento previsto del turismo interno, crece la alerta sobre el estado de las rutas argentinas, especialmente en aquellas zonas donde se registran los mayores índices de siniestros viales.
Con el inicio de la temporada de verano y un movimiento turístico que se anticipa intenso en todo el país, crece la alerta por el estado de las rutas argentinas y los niveles de siniestralidad vial registrados en el último año. Los datos preliminares del Informe de Siniestralidad Vial Fatal 2024 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) muestran un escenario complejo con 3.357 siniestros fatales en el país y una tasa nacional de 7,1 fallecidos cada 100.000 habitantes. Si bien cada provincia presenta realidades distintas, los datos revelan que el riesgo en las rutas es un fenómeno extendido a nivel federal, con particular impacto en regiones del norte y centro del país.
Las provincias con mayor tasa de víctimas fatales
El mapa elaborado por la ANSV muestra que varias jurisdicciones superan ampliamente el promedio nacional. Los valores más altos corresponden a Santiago del Estero con 14,2 fallecidos cada 100.000 habitantes (es un valor cercano a las tasas de Albania y Afganistán, dos de los países más peligrosos del mundo, con 15,1 y 15,5 respectivamente). A nivel nacional, las otras provincias más peligrosas en relación a su red vial son La Rioja (13,8), Misiones (13,3), Jujuy (12,7), Catamarca (12,3), Chaco (12,2), Tucumán (11,6) y Corrientes (11,3).
Estas provincias se encuentran entre las más afectadas por siniestros fatales y combinan factores como rutas saturadas, infraestructura desigual, alta circulación interurbana y comportamientos de riesgo.
En contraste, las tasas más bajas se observan en Tierra del Fuego (2,1), la Ciudad de Buenos Aires (3,6), Chubut (4,4) y la Provincia de Buenos Aires (4,8). La heterogeneidad del mapa evidencia diferencias regionales vinculadas al tipo de tránsito, la extensión territorial, los controles y el estado de la infraestructura vial.
Río Negro, un caso que refleja un problema nacional
En este contexto, Río Negro volvió a quedar en el centro de las alertas tras registrar 71 muertes viales en los últimos 15 meses, de las cuales el 57 % ocurrió en rutas nacionales. Los tramos más críticos son las rutas 22 y 151, claves para el tránsito turístico hacia la cordillera y la Patagonia. El caso de esta provincia es emblemático, porque como cada verano, muchos viajeros llegarán por carretera a sus principales destinos en los Andes y la Costa, como Bariloche, El Bolsón, Las Grutas y El Cóndor. El estado de las rutas y la seguridad vial son entonces un factor de suma importancia para el buen desarrollo de la temporada alta. Además, a diferencia de otros destinos, que atraen a un público de cercanía, Bariloche y otras localidades rionegrinas son el objetivo de viajes muy largos que muchas veces totalizan más de 1.000 kms.
Un informe técnico provincial detectó baches profundos, calzadas deterioradas, banquinas en mal estado, demarcación desgastada y falta de señalización en varios corredores estratégicos. Un relevamiento similar a nivel nacional muestra que los corredores más transitados y extensos del país -como las rutas del Norte Grande, la Mesopotamia o la provincia de Buenos Aires- concentran altos índices de siniestralidad, especialmente en vacaciones.
