El turismo y un nuevo segmento en expansión
Es el de las mujeres viajeras de más de 50 años. Un nuevo informe pone en foco este grupo que durante años permaneció subrepresentado en la estrategia de las empresas turísticas.
Según el estudio Invisible No More: The Ageless Adventuress, elaborado por JourneyWoman, el grupo de las mujeres viajeras mayores de 50 años no solo crece en número, sino también en volumen de gasto, hasta convertirse en uno de los nichos más prometedores de la industria.
Para 2035, el gasto turístico global de mujeres mayores de 50 años superaría los US$ 519.000 millones, un volumen que duplica el registrado en la actualidad. En regiones donde el turismo emisor femenino viene aumentando, como América Latina, este fenómeno también empieza a ser visible: más mujeres viajeras de mediana edad se incorporan al turismo de los viajeros solitarios, que priorizan experiencias culturales y realizan viajes más frecuentes y prolongados.
Pese a este potencial, el informe advierte que buena parte de la industria todavía no adapta su oferta a este público. Entre los desafíos señalados están la escasa representación de mujeres mayores en la comunicación de destinos, la falta de productos específicos para viajeras solas y la persistencia de estructuras tarifarias que penalizan a quienes viajan sin acompañante, como los suplementos individuales en cruceros, hoteles o circuitos de alta gama.
Un perfil de viajera que impulsa nuevas tendencias
La investigación sostiene que las mujeres de más de 50 años están detrás de varias transformaciones del sector: viajes en temporada baja, estadías más largas, búsqueda de destinos menos tradicionales y un fuerte interés por el intercambio cultural. Además, cada vez más mujeres de esta franja etaria viajan solas: según JourneyWoman, más del 60 % de las viajeras 55+ prefiere explorar el mundo sin acompañante.
El estudio también destaca un cambio generacional. Hoy, las mujeres de este grupo cuentan con independencia económica, deciden sus propios viajes y consideran el turismo un componente esencial de su estilo de vida. Las experiencias vividas durante la pandemia, señalan especialistas, reforzaron esa percepción y aceleraron la demanda de viajes significativos, personalizados y orientados a la conexión humana.
La expansión del mercado femenino 50+ abre nuevas posibilidades para la industria en todo el mundo y en América Latina. Cada vez más destinos de la región buscan diversificar su oferta y atraer segmentos con alto poder adquisitivo que valoran la autenticidad, la seguridad y la calidad del servicio. En este sentido, la creación de propuestas pensadas especialmente para viajeras mayores, desde circuitos culturales hasta experiencias de bienestar o programas de larga estadía, aparece como un camino estratégico.
Expertas consultadas por el estudio señalan que la clave está en comprender los intereses reales de este público: una viajera de más de 50 años prioriza el aprendizaje, la conexión con la vida local y la comodidad, pero también busca seguridad e independencia. Según JourneyWoman, casi la mitad de las mujeres de este grupo considera que la industria podría atender mejor sus necesidades.
Hacia una nueva relación entre marcas y viajeras
El informe concluye que las empresas que logren conectar con este mercado consolidarán vínculos duraderos. Las mujeres mayores de 50 años suelen ser viajeras leales, comparten recomendaciones y pueden transformarse en embajadoras naturales de destinos y operadores.
Para avanzar, el sector deberá revisar algunos paradigmas: eliminar los suplementos para viajeras solas, producir contenidos que reflejen experiencias diversas, capacitar a equipos para atender este segmento y diseñar productos que contemplen intereses específicos.
La demanda ya está instalada; lo que falta es que la industria acompañe el cambio. El crecimiento de este nicho, que se expande con fuerza en distintas regiones del mundo, marca una oportunidad concreta para innovar y captar a un público dispuesto a viajar más, invertir más y mantenerse activo durante muchos años.
