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Imaginando el futuro de la actividad

Todos los actores de la industria seguramente tienen en sus cabezas dos preguntas. La primera es como resistir económicamente a la debacle y la otra es pensar en el día después, ¿Cómo será?, ¿Cuándo será? ¿Dónde será?

Si hay algo que todos sabemos es que entramos en una “nueva normalidad” en todos los aspectos de nuestras vidas y naturalmente el turismo que conocimos no será igual. ¿Qué reacción tendrá el tráfico tanto doméstico como internacional? ¿Cuáles serán los países que reaccionaran más tempranamente?

Aunque la OMT ha estimado que 2020 terminará con una caída del 60 al 80% en el turismo internacional, los países que controlen mejor la pandemia tendrán una ventaja importante cuando abran sus fronteras.

Pronosticar cómo será la reacción de los pax en países en que la pandemia tuvo mayor impacto, es arriesgado. En América, salvo algunas excepciones –por ahora-, hay destinos delicados como Brasil, Estados Unidos, Perú, Ecuador, y Chile.

El resto de los países son quizás los que tendrán mejores oportunidades en el futuro inmediato, como los de América Central y el Caribe, donde el virus no se presentó de manera virulenta permaneciendo en niveles muy bajos y, en algunos casos, sin tener que lamentar vidas. Es casi seguro que esos destinos podrán ofrecer al turismo una mayor seguridad sanitaria.

Es por ello que todos coinciden en que se espera que la demanda interna se recupere más rápido que la demanda internacional. Las estimaciones de recuperación de los viajes internacionales son más positivas en África y Medio Oriente, y la mayoría de los expertos predicen la recuperación para 2020. Los expertos en las Américas son menos optimistas.En Europa, que después de todo, comprende países separados con sus propios idiomas, culturas e infraestructuras, no es sorprendente que se esté desarrollando un escenario igualmente frágil y las estrategias dispares están evolucionando a medida que se acerca la temporada turística de verano.

Europa representa según la Organización Mundial del Turismo, la mitad de las llegadas de turistas internacionales del mundo.

La Comisión Europea, que supervisa a los 27 países miembros de la UE, al principio buscó un enfoque de reapertura unificada. Pero en poco tiempo, dada la forma desigual en que el virus ha impactado en los diferentes países del viejo  continente, una mirada única es inviable.

Alemania, a la que le ha ido relativamente bien en su respuesta a la pandemia, ha sido una de las primeras en comenzar a relajar las restricciones fronterizas con los países vecinos, incluidos Austria, Suiza y Francia, y busca eliminarlas por completo antes del 15 de junio.

Del mismo modo, los países bálticos de Lituania, Letonia y Estonia han acordado que sus  habitantes puedan viajar de un país a otro.

El desafío será como operar con seguridad museos, restaurantes y playas, así como hoteles y atracciones turísticas, todos con pautas de distanciamiento social y cuidados sanitarios.

No obstante, las soluciones no parecen sencillas. ¿Cómo funcionara el ascensor de la Torre Eiffel, uno de los atractivos más visitados de Paris? ¿Cómo serán las salidas de “tapas” por el Arco de Cuchilleros en la Plaza Mayor de Madrid? ¿Cómo funcionaran las cabinas en el Golden Eye de Londres?

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