Boeing y la cultura del encubrimiento
En un contundente informe revelado la semana pasada el Congreso de Estados Unidos responsabiliza a Boeing y a la Administración Federal de Aviación (FAA) de los accidentes aéreos en aviones 737 Max que dejaron 346 muertos en 2018 y 2019.
Según la investigación del legislativo estadounidense, los siniestros aéreos se debieron en parte a la falta de voluntad del fabricante para compartir sus detalles técnicos. El documento no solo se habla de una “cultura del encubrimiento” en la compañía, sino de un sistema regulatorio “fundamentalmente defectuoso”.
“Boeing falló en su diseño y desarrollo del 737 MAX, y la FAA falló en su supervisión de Boeing y la certificación de la aeronave“, concluyó la investigación de 18 meses presentada la semana pasada.
Son 250 páginas en donde se detallan una serie de fallas en el diseño del avión, principalmente el controversial sistema MCAS. Se detalla que Boeing no compartió información sobre este sistema de seguridad, diseñado para contrarrestar automáticamente una tendencia en el 737 MAX a inclinarse hacia arriba.
El MCAS no estaba en los manuales de la tripulación y Boeing convenció a los reguladores de que no exigieran entrenamiento en simuladores para los tripulantes del 737 MAX porque eso significaría costos adicionales. El reporte señala que Boeing tuvo la culpa de “ocultar la existencia misma del MCAS a los pilotos” y establece que este sistema es responsable de los dos accidentes ocurridos en octubre de 2018 y marzo de 2019 cuando el 737 Max apenas empezaba a estrenarse.
Se describe también una relación bastante cercana entre Boeing y el regulador federal (FAA) que pone en duda el proceso de certificación en seguridad.
Indica el documento: “Los accidentes fueron la terrible culminación de una serie de presunciones técnicas defectuosas de los ingenieros de Boeing, una falta de transparencia por parte de la gerencia de la compañía y una supervisión extremadamente insuficiente por parte de la FAA”.
Tras conocerse el informe las familias de las víctimas acusan a la empresa y al ente regulador de seguir ocultando información. Boeing, por su parte admite que “se cometieron errores” y avanza en el proceso de recertificación de este modelo. Según han declarado sus voceros, el propósito es hacer que el 737 MAX vuelva a estar en el aire, ya que el “diseño revisado” del avión fue “minuciosamente examinado“.
