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¿Qué dicen los grandes de los cruceros?

Arnold Donald de Carnival, Richard Fain de Royal Caribbean  y Pierfrancesco Vago de MSC (en la foto de izq. a der.) participaron la semana pasada de la conferencia Seatrade Cruise Virtual 2020 donde el tema fue la seguridad de la industria frente al Covid-19.

Las preocupaciones no son menores, ya que dentro de la actividad, en los Estados Unidos donde el producto crucero es más que elegido por el público, siguen sin poder operar y cada mes se sigue postergando su autorización.

Richard Fain, afirmó que “es inevitable que la industria de cruceros experimente más casos de COVID-19 entre los pasajeros o la tripulación”. El CEO de Carnival Corp., agrega que “el sector se ha convertido en un líder mundial en salud y seguridad y podrá manejar la situación cuando llegue.”

Los comentarios del jefe de Carnival se producen cuando CLIA (la Asociación que nuclea la actividad) puso en vigor un protocolo de prueba del 100%, que requiere una prueba COVID exitosa para cualquier pasajero o miembro de la tripulación que aborde un barco. “Nadie subirá a un barco sin una prueba“, acota Fain

Sin embargo, Donald admitió “a pesar de las pruebas y, con todos los protocolos que tenemos, es probable que, eventualmente, haya un caso a bordo. No hay un sistema perfecto para prevenirlo. La diferencia es que la industria de cruceros está preparada para la eventualidad y ha dedicado un enorme cantidad de recursos y tiempo para atender lo que sucede si hay un caso a bordo.”

“Primero están todas las medidas para prevenir, luego todas las medidas para mitigar la propagación si hay un caso”, así como la comodidad psicológica de tener centros médicos a bordo, junto con exámenes de detección, controles de temperatura y otros protocolos. Todas esas acciones son para limitar la propagación, aislar los casos, cuidarlos y llevarlos a una mejor atención, y minimizar la propagación en el resto del barco”, dijo.

Donald agregó que el enfoque ha estado funcionando en Europa hasta ahora, donde la marca Costa de Carnival ha reanudado la navegación.

Fain de Royal Caribbean está de acuerdo en que las pruebas son solo una parte de la respuesta de la industria de cruceros al problema de la pandemia y que se requiere un “enfoque por etapas” para prevenir infecciones e infundir confianza. Y eso incluye protocolos de monitoreo a bordo para reducir la transmisión en caso de que se detecte el virus.

“Mucha gente, no está tan preocupada por contraer la enfermedad, está preocupada por que otra persona contraiga la enfermedad y sus vacaciones se arruinen a causa de ella”.

Fain contó que Royal Caribbean recientemente tuvo la oportunidad de probar sus protocolos cuando un grupo de pasajeros dio positivo a bordo, aunque finalmente resultó ser una falsa alarma. Pero en el ínterin, “lo solucionamos rápidamente, lo tratamos correctamente y no afectó a los otros huéspedes a bordo, y no se requirieron recursos del gobierno”, dijo.

Agrego que el rastreo de contactos es un elemento importante de los protocolos que se puede hacer “mucho mejor” en cualquier crucero que en tierra. “No existe el riesgo cero, pero hemos reducido el riesgo. Podemos aislarlo, aislarlo y cuidarlo”, acoto.

Pierfrancesco Vago, presidente ejecutivo de MSC Cruceros, elogia el compromiso de prueba del 100% de CLIA y destaca la singularidad del esfuerzo de cualquier industria. “Es asombroso particularmente a la luz de su creencia de que cualquier vacuna potencial para la enfermedad no será la varita mágica que mucha gente espera que sea. Las pruebas serán la solución para vencer la enfermedad. Antes de entrar en un aeropuerto, antes de subir a un avión, antes de entrar en un hotel… Necesitamos aislar al Covid, y eso es lo que ofrece la industria de cruceros: la profesionalidad y el enfoque que todos están viendo.

Agrega que la industria ha adoptado la última tecnología para manejar la situación, y señala que las pruebas de PCR ya son anacrónicas.

El ejecutivo de Carnival, no se opone a la necesidad de protocolos de prueba por parte de la industria de cruceros como un medio para garantizar la seguridad tanto de pasajeros como del personal y ayudar a reconstruir la confianza del consumidor antes de volver a la navegación total, pero sí enfatizo la naturaleza monumental de la tarea.

“Después de todo, un crucero es como una ciudad en el mar con sus propios restaurantes, bares, actividades y destinos, etc., ¿Qué ciudad está poniendo a prueba a todos sus ciudadanos antes de que les permitan moverse y participar en todas esas actividades?”, finalizó.

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