¿AR volará finalmente por sí sola?
Aunque el futuro presidente haya hecho pocas declaraciones relativas al lugar que da al turismo en su plan de Gobierno, ya circulan rumores sobre lo que podría ser el futuro de Aerolíneas Argentinas.
Luego de haber sido durante varias décadas una compañía prestigiosa y un símbolo de la aeronavegación latinoamericana (que podía darse el lujo de tener una de las vidrieras más grandes sobre los Champs Élysées en París), la empresa sufrió muchos altibajos y depende ahora de las inyecciones de dinero público para asegurar su operatividad y conservar su relevancia regional.
Durante su campaña, el presidente electo Javier Milei comentó que quiere privatizar varias empresas públicas para aliviar las cuentas del Estado. En este marco, Aerolíneas Argentinas tendría un futuro un poco distinto, porque en lugar de ser nuevamente vendida, como en los años 90, la nueva gestión quiere entregar su manejo a los empleados.
El diputado Alberto Benegas Lynch (LLA) lo volvió a comentar ayer durante una entrevista publicada en la prensa nacional. Comentó que “hay que dársela a los empleados. No existen las empresas estatales sino personas que usan el dinero del contribuyente para jugar al empresario y encima usan resortes políticos para limpiar a la competencia”.
En cuanto a los subsidios que necesita la empresa para poder funcionar normalmente, el político comentó que “no se concibe que alguien pague la pérdida de Aerolíneas Argentinas cuando en su vida se va a subir a un avión”.
El secretario general de APA (Asociación del Personal Aeronáutico). Edgardo Llano, dijo ayer que “entregar Aerolíneas a los trabajadores sería el certificado de defunción” de la empresa. “Esta empresa, sin los aportes del Estado, no puede funcionar”.
En paralelo a esta intención, se sabe que el futuro Gobierno quiere implementar una político de cielos abiertos, para favorecer la libre competencia y provocar la aparición de precios más justos en el mercado aeronáutico.