En busca de la respuesta
No sería arriesgado afirmar que el dilema que intenta dar título a esta nota está planteado desde que el hombre vio por primera vez una gallina…o un huevo. Desde milenios, tal vez siglos, los especialistas realizan análisis y cálculos y sigue sin resolverse.
Es probable que pese a todos los estudios nunca se llegue a una única conclusión y casi con seguridad debe formar parte de las cosas, como tantas otras, que el hombre no podrá encontrar respuesta. En la vida cotidiana nos pasa a diario y damos vueltas y vueltas sobre lo mismo sin encontrar explicaciones o soluciones y claro que también nos ocurre en nuestra actividad.
Sin ir más lejos, el empresariado de la actividad turística vive, desde hace meses, pensando de qué manera encontrar una salida a la situación que se está viviendo. Tanto hoteleros, transportistas, guías, agencias, operadores, etc., sufren la misma problemática y claro está que los casos y las actividades no son iguales, pero todos están vinculados.
La discusión central sin duda está en la incertidumbre del alcance de la crisis y su duración y en ese ámbito se debaten temas que por su naturaleza parecen no tener solución. Las líneas aéreas coordinadas por la IATA impulsan el retorno a la normalidad, argumentando la crisis terminal que atraviesan las compañías.
Por su parte, los gobiernos regulan la apertura de sus fronteras en función de la evolución de la pandemia, mientras los operadores, independientemente de su tamaño, acompañan la postura de apertura, sabiendo que la evolución del negocio no pasa porque haya o no vuelos, sino porque estén los pasajeros que ocupen esos vuelos.
En tanto, por esas contradicciones del sistema -o la conveniencia- la mayoría del empresariado de fuerte convicción neoliberal profetas de la libre empresa, y confesos activistas del no intervencionismo estatal, piden, pujan, exigen que el estado amplíe la asistencia que hoy está dando en los ATP, en créditos subsidiados y en la rebaja de los aportes patronales.
En este escenario, por diferentes vías, el gobierno anticipó que los ATP seguirán hasta fin de año. Además de lo expresado telefónicamente por el jefe de gabinete Santiago Cafiero a la FACVE, el jueves pasado en la apertura del Coloquio anual que FEHGRA realiza anualmente, el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación Matías Kulfas, se encargó de confirmarlo explícitamente, junto con recordar los millones de pesos que el estado aportó al sector y ratificar la preocupación gubernamental por la situación de la industria. No faltaron las afirmaciones de cualquier político como “sepan que no están solos”.
También el jueves, casi en simultaneo, IATA convocó a un webinar que contó con la presencia de la Administradora de la ANAC, Paola Tamburelli, el titular de AR, los responsables de AA2000, Lufthansa, JetSmart, Flybondi, el CEO de la Cámara de comercio Argentino/ Estadounidense y no podía estar ausente el VP de la IATA para las Américas, Peter Cerdá.
Sin intención de aburrir a los lectores, el encuentro tuvo más similitud con una sesión de terapia psicoanalítica colectiva que un ámbito para reflexionar sobre la convocatoria al encuentro que era: “Argentina: listos para el despegue”. Nadie preguntó de quién provenía esa afirmación o con qué elementos objetivos contó su autor para elaborarla, porque si algo que cualquier sensato tiene claro, es que la Argentina NO está lista para el despegue.
La responsable de la ANAC explicó que a partir de octubre se están dando los permisos para operar que se solicitan y aclaro que están sujetos a la situación sanitaria. Los representantes de las líneas aéreas hablaron de las medidas de prevención que se tomaron, AA2000 contó los expendedores de gel que se han instalado en los aeropuertos que administra, el representante de la Cámara detalló los beneficios que tiene para la economía el transporte aéreo y el Vice de IATA, recordó la importancia de abrir los vuelos para nuestro país. Debemos reconocer, que en esta oportunidad, Peter estuvo clamo. No dijo que vamos camino a ser Venezuela, ni que la toccata y fuga de Qatar, Emirates y Air New Zealand son una mala señal “al mercado”, y tampoco intimó a Alberto como suele hacer.
Lo curioso fue que, salvo Tamburelli y alguna mención de Pablo Ciriani de AR, nadie habló de la situación epidemiológica que estamos viviendo y que es la ÚNICA causa por la cual la actividad turística está parada. Nadie mencionó, que GOL canceló sus operaciones hasta nuevo aviso por falta de ventas, que Iberia dice no saber si operará 2 o 3 vuelos por semana en lugar de los 14 que tenía, que Copa parecería que retorna con 3 frecuencias, etc.,etc…
Y así el sector sigue buscando la explicación que, a diferencia del huevo y la gallina, esta situación tiene.
Tal vez el tema sea tomar conciencia.
